La candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, expresó hoy que las elecciones del próximo domingo son «una oportunidad histórica» para realizar «un cambio verdadero» en el país, señaló que la coalición opositora «no viene improvisada y tiene un plan claro» y ratificó que buscará «ordenarle y devolverle la felicidad a los argentinos». Lo dijo en su cierre de campaña en el municipio bonaerense de Lomas de Zamora, rodeada de la plana mayor de la coalición en el último día antes de la veda electoral previa al fundamental comicio del cual surgirá el Gobierno nacional de los próximos cuatro años.
«Sabemos como ordenar y devolver la felicidad a los argentinos, No venimos improvisados, tenemos un plan claro. Desde el lugar que lo deje Sergio Massa vamos a empezar a trabajar y lo vamos a sacar adelante. Tengan confianza en que lo vamos a hacer», dijo Bullrich desde la plaza Raúl Alfonsín, ubicada en la calle Laprida al 1200 de Lomas de Zamora.
En su último discurso de campaña, la candidata reiteró que la coalición representa «un cambio verdadero» que tiene «gobernadores, intendentes y todo un equipo de legisladores» que «se la va a jugar», y destacó que «es la primera vez que el cambio tiene más fuerza que el continuismo».
«Por primera vez en 40 años de democracia, el cambio tiene más poder que el continuismo. Esto significa que el cambio es mayoría en los votos, pero también es mayoría con los gobiernos, con 10 gobernadores, 500 intendentes, legisladores y senadores para sacar las leyes que el cambio necesita», reiteró.
Bullrich enmarcó su discurso con críticas al candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, a quien calificó como «el peor ministro de Economía», y también apuntó al postulante presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, de quien dijo que tiene ideas «malas y peligrosas».
«Yo luché siempre con todas las mafias, conozco a los (Hugo y Pablo) Moyano que están del lado de Massa y a los (Luis) Barrionuevo que están del lado de Milei. Sé lo que son capaces de hacer con tal de quedarse con el poder», dijo al referirse a los sindicalistas camioneros y gastronómico, respectivamente.
En cuanto a la economía, la candidata dijo que quiere «ser presidenta» para «borrar la inflación», tener una «economía ordenada con equilibrio en las cuentas» y que para eso contará «con un equipo de economistas» dirigidos por su eventual titular del Palacio de Hacienda, Carlos Melconian.
«Vamos a dar vuelta la tortilla, el dinero para la gente, y el Estado tiene que atender lo fundamental, que son los médicos, los maestros, los policías y las Fuerzas Armadas», explicó, y añadió que será «el gobierno más austero de la historia».
También se refirió a la educación y sostuvo su intención de que sea un «servicio esencial» para que haya «190 días de clases».
Sobre la salud, planteó que actualmente «el 80% de los gastos se va en administración» y que sólo «el 20% va la salud». Volvió a sugerir que «el extranjero que viene un día para atenderse en el país tiene que pagar».
Antes de Bullrich, el expresidente Mauricio Macri afirmó que «la única que está en condiciones de garantizar el cambio es Patricia» y que el próximo domingo será «un momento histórico» en el que los ciudadanos tomarán una decisión que «no debería ser muy difícil».
«De un lado tenemos a Patricia, con su coraje, su fuerza y su determinación, acompañada por un equipo técnico y político con gran capacidad», indicó, y agregó que «del otro lado» están Massa y Milei.
Sobre Massa recalcó que es «el peor ministro de Economía de la historia» y de Milei señaló que representa «una agrupación no madura, sin volumen, sin equipo, fácilmente infiltrable y que no puede garantizar ningún cambio».
En tanto, Horacio Rodríguez Larreta, quien perdió la interna con Bullrich el 13 de agosto, señaló que la coalición «está más unida que nunca» y criticó al oficialismo por generar «una catástrofe» en la economía local, pero también calificó a Milei como «un salto al vacío».
«Eso tiene que llevarse a las urnas el domingo, basta de la corrupción kirchnerista. Son todos lo mismo, nos están hundiendo. Pero tan grande como eso es querer ir a dar un salto al vacío, que no vengan con mesianismos a decirnos qué hay que hacer», destacó. Y ponderó a JxC por tener «un equipo que tiene la fuerza, la capacidad de gobernar y gente con experiencia».
El candidato a vicepresidente, Luis Petri, dijo que JxC va a «terminar con la Argentina de los planes, de los piquetes y de la extorsión» y apuntó contra los «populismos de derecha y de izquierda», en alusión a Massa y Milei.
«Enfrente tenemos la amenaza de un populismo de derecha que encarna Milei y por otro lado un populismo de izquierda que tiene secuestrada a la República. No se puede negociar con los secuestradores. No podemos pagar el precio del rescate que nos piden porque el precio es la impunidad», alertó.
Petri hizo hincapié en que JxC, además de tener «una presidente honesta y con coraje» también tiene el «poder político» para realizar cambios en el país.
También el candidato a gobernador bonaerense Néstor Grindetti sostuvo que el país atraviesa «el caos de hoy» y que también está frente «al caos que ofrece la gente de Milei».
«No puede ser que alguien proponga que hay que dolarizar. No tiene equipo, no tiene ideas concretas, es un liderazgo mesiánico», añadió, y agregó que JxC tiene un equipo «con ideas y liderazgo».
En el escenario, junto a Bullrich y el resto de los dirigentes que disertaron, estuvieron los diputados María Eugenia Vidal, Diego Santilli, José Luis Espert, Maximiliano Abad, Cristian Ritondo, Karina Banfi y Silvia Lospenato.
También el economista Melconian, el candidato a diputado Miguel Ángel Pichetto, el postulante a vicegobernador bonaerense, Miguel Fernández; el exsenador Ernesto Sanz y el exdiputado Eduardo Amadeo.
La zona de la plaza donde se dispuso el escenario quedó separada del resto por un vallado, mientras el resto del espacio público era utilizado por otros vecinos del barrio que continuaron con sus actividades.
Las no más de mil personas que asistieron al acto, en su mayoría adultos mayores, arribaron con sus banderas de Argentina y portando gorras y prendas de color amarillo.
Durante la previa, bajo el sol, una persona disfrazada de pato con la banda presidencial animó el encuentro y fue el foco de las cámaras.