Así fue el asado de Milei para agasajar a los «87 héroes» que avalaron el veto a las jubilaciones

Además del presidente y de su hermana Karina también participaron Guillermo Francos, Martín Menem, Patricia Bullrich y Manuel Adorni

Así fue el asado de Milei para agasajar a los "87 héroes" que avalaron el veto a las jubilaciones

El presidente Javier Milei agasajó el martes a la noche con un asado a los diputados que evitaron la modificación de la movilidad jubilatoria, mientras movimientos de la tercera edad protestaban en el ingreso a la Quinta de Olivos.

Gracias al voto de los 87 legisladores el gobierno de Milei se mantuvo firme en su decisión de alcanzar el déficit cero y el superávit fiscal, al ponerle un freno a ese proyecto.

Las invitaciones fueron cursadas por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y si bien no hubo asistencia perfecta, gran parte de los legisladores estuvieron en el quincho de la Quinta.

Además del presidente y de su hermana Karina también participaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el vocero Manuel Adorni, entre otros.

Por el oficialismo se hicieron presentes Alberto «Bertie» Benegas Lynch, Oscar Zago y Carolina Piparo, todos de la Libertad Avanza (LLA), como así también Cristian Ritondo, Fernando Iglesias, Silvia Lospennato, Diego Santilli y Hernán Lombardi, entre algunos representantes del PRO.

Por parte de los cuatro legisladores radicales que fueron sancionados por la dirigencia de su partido por haber apoyado el veto, solo asistió Mariano Campero.

Milei llamó «héroes» a los 87 legisladores que vetaron la modificación y los convocó a Olivos para agasajarlos, aunque trascendió que iba a cobrarles 20 mil pesos a cada uno de ellos.

Por esa cifra el menú incluyó una entrada, un corte de carne y vino, agua o gaseosa, y según trascendió los invitados debieron abonar con tarjeta de débito, de acuerdo con un posteo del vocero, Manuel Adorni, en la red social X.

Mientras se desarrollaba la cena, distintos movimientos de jubilados se manifestaron contra el evento que preparó el mandatario para agradecerle a los diputados.

La protesta tuvo como epicentro el ingreso principal de la residencia de Olivos. Por tal motivo se extremaron las medidas de seguridad en la zona y al rededor de 400 policías rodean las inmediaciones de la Quinta.

Los jubilados, acompañados por otras agrupaciones, expresaban su descontento haciendo sonar las cacerolas y exhibiendo pancartas distintas leyendas.

Entre los carteles podían leerse diversas frases en contra de los legisladores y del mandatario nacional: «robar a los jubilados es un crimen social», mientras que otra decía «Diputados vendidos y traidores».

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