La Cámara de Diputados aprobó este miércoles, con 158 votos afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones, el proyecto de ley de Presupuesto Universitario, que contempla una actualización automática por inflación de los fondos destinados a las universidades nacionales, así como mejoras salariales y un refuerzo en el sistema de becas. La iniciativa, elaborada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), recibió media sanción y será girada al Senado para su tratamiento definitivo.
En una jornada parlamentaria extensa, la votación expuso la heterogeneidad de posturas entre los representantes cordobeses. De los 18 diputados de la provincia, 12 votaron a favor y seis lo hicieron en contra, reflejando diferencias incluso dentro de los mismos bloques.
Apoyos diversos
La media sanción obtuvo respaldo de diputados de Unión por la Patria, la UCR, Hacemos Unidos por Córdoba y sectores disidentes del PRO. Entre los radicales que apoyaron el proyecto se encuentran Gabriela Brouwer de Koning, Soledad Carrizo y Rodrigo de Loredo. Este último, que se mantiene en el centro de las negociaciones electorales con La Libertad Avanza, evitó exponer en el recinto pero finalmente votó afirmativamente, destacando la necesidad de un análisis “profundo” del financiamiento universitario.
El respaldo del peronismo cordobés fue unánime: Natalia de la Sota, Ignacio García Aresca, Juan Brügge, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres acompañaron el proyecto. Brügge fue uno de los pocos que tomó la palabra: “La falta de recursos compromete la movilidad social ascendente, y las universidades públicas cumplen un rol clave en esa misión”.
Desde el PRO, aunque dividido, los diputados Héctor Baldassi y Oscar Agost Carreño también votaron a favor, desmarcándose de la conducción nacional. En línea con las críticas al Gobierno, Baldassi expresó: “No hay plata para la calidad universitaria, pero sí para un ejército de trolls o para financiar viajes del Presidente con fines partidarios”.
El apoyo se completó con los dos legisladores de Unión por la Patria, Gabriela Estévez y Pablo Carro. Este último, ex secretario general de ADIUC (el gremio de docentes universitarios), destacó el carácter estratégico del sistema educativo superior: “Argentina integra el 5% de los países del mundo con un sistema científico y tecnológico consolidado, el más importante de América Latina”.
En contraste, seis diputados cordobeses votaron en contra de la iniciativa. El principal vocero de ese sector fue Gabriel Bornoroni, titular del bloque de La Libertad Avanza, quien descalificó a los impulsores de la norma tildándolos de “kirchneristas”. “Este proyecto es una bandera partidaria más que una herramienta de gestión”, señaló durante su intervención, defendiendo la prioridad del equilibrio fiscal por sobre el aumento de recursos a las universidades.
Sin intervenir en el debate, acompañaron esa postura Belén Avico y Laura Rodríguez Machado (PRO), Luis Picat (La Liga del Interior), María Celeste Ponce (LLA) y María Cecilia Ibáñez (MID). Todos ellos votaron en línea con el oficialismo nacional, aunque sin argumentaciones públicas.
De Loredo no dio su palabra
Uno de los gestos más llamativos de la jornada fue el silencio de Rodrigo de Loredo durante el debate. El jefe del bloque de la UCR, pese a haber votado a favor, no intervino en la discusión y evitó asumir una posición pública más contundente. Su mutismo fue interpretado como una señal de su acercamiento al oficialismo libertario, con vistas a un posible acuerdo electoral de cara a 2025.
El proyecto será tratado en el Senado en las próximas semanas. La media sanción representa un revés legislativo para el oficialismo, que no logró alinear a sus aliados para bloquear la iniciativa impulsada por las universidades y respaldada por una amplia franja de la oposición.