Luis Juez: La gente se cansó de 27 años de marketing político

El senador nacional por Córdoba analizó en diálogo con Hoy Día Córdoba la campaña y el resultado electoral del domingo 26 de octubre. Admite que el número final fue sorpresivo, aunque asegura que confiaban en ganar. Y ahora apunta a unir a toda la oposición provincial para derrotar al cordobesismo en 2027.

Luis Juez: La gente se cansó de 27 años de marketing político

El senador Luis Juez analizó con Hoy Día Córdoba el escenario electoral post elecciones.

HDC: Comencemos por el resultado electoral, ¿esperaban la amplitud de la diferencia obtenida? Hasta la última semana se hablaba de un empate técnico en Córdoba.

LJ: Solo teníamos la impresión de que no era descabellado ganar la elección. Vimos una exagerada y obscena predisposición del partido de gobierno en gastar recursos en una campaña de diputado nacional. En mi vida había visto semejante despliegue para una elección de medio término. Eso mostraba una desesperación pocas veces vista, a pesar de que habían postulado a una persona con el 100% de conocimiento y tres veces gobernador (en referencia a Juan Schiaretti).

HDC: ¿Entonces por qué cree que se dio ese margen?

LJ: Que íbamos a ganar, no tenía dudas. Ahora, que el margen iba a ser tan amplio, creo que sinceramente el peronismo se dedicó los últimos 15 días a resolver la interna con (Natalia) De la Sota, y eso los desconfiguró de la propuesta, haciendo que perdieran de vista al electorado independiente. Entonces fuimos por ese voto no contaminado. La última semana, recorriendo la Capital, veíamos una disputa casi salvaje en los barrios entre aparatos políticos: el viejo aparato del delasotismo con Natalia, y los funcionarios de Llaryora y Passerini repartiendo recursos. Habían transformado la elección en una interna partidaria. Le dije a nuestros dirigentes: “Esto nos va a dar una gran oportunidad, porque ellos le están hablando al mismo padrón electoral”. Pero te soy honesto, nunca pensamos que íbamos a sacar 15 puntos de ventaja.

HDC: Usted es un dirigente con mucha experiencia. ¿Qué notó de distinto en esta oportunidad, que finalmente le permitió ganar una elección que otras veces se escapó?

LJ: Hay un fastidio generalizado. La gestión es muy mala. Y la verdad es que los funcionarios intentan subsanar los errores de gestión con silencios cómplices o con actores que hoy ya no inclinan la balanza. Le pueden dar al Lagarto (Guizzardi) millones de pesos para que te entretengas en la mañana y no hables de los problemas, pero la gente se da cuenta.

HDC: Pero ese marketing político siempre les dio resultado…

LJ: Sí, es cierto, pero la gente se cansó. Hay un fastidio generalizado. Es imposible hoy vivir en un barrio de Córdoba con el nivel de violencia y abandono. La gestión provincial es horrible, es mala en lo que tiene que ver con la vida cotidiana: el transporte no funciona, la ciudad está destrozada, no hay servicios y la gente paga impuestos exorbitantes. Además, han visto ya dos generaciones de dirigentes peronistas, padres e hijos, y ahora están los nietos viviendo a costa del Estado. En el barrio se ve esta casta con privilegios. Te diría que ese es el último acto de rebeldía que le queda a los cordobeses. En Formosa o Santiago del Estero no llamaría la atención, pero en Córdoba, que siempre tuvo una aspiración distinta, esto de ver que los únicos que progresaron son los tipos vinculados al dirigente de turno, créame que no me equivoco.

HDC: Volviendo a la campaña, ¿cómo se sintió haciendo proselitismo para otros?

LJ: Sé que les cuesta a los comunicadores de Córdoba, pero yo soy un tipo de palabra. En 2015, cuando Macri eligió a (Oscar) Aguad, me hice cargo de la campaña como si fuera propia. Aquí es lo mismo: le di mi palabra a Milei y a su hermana que armaría la lista con gente propia de ellos y que los iba a acompañar a cambio de nada. Y sentí una empatía bárbara con Gonzalo (Roca) y (Gabriel) Bornoroni, el jefe de campaña. Me escucharon y aceptaban mis consejos. Y creo sinceramente que el mejor eje fue empezar a decir “que el esfuerzo valga la pena”. Porque gran parte de los argentinos ha hecho un gran esfuerzo vendiendo dólares, vendiendo lo que no tenían, restringiendo salidas, restringiendo situaciones económicas. Ahora, si la solución era lo que planteaba el peronismo, una devaluación del día lunes, un riesgo país a 3.000 puntos, un dólar a 2.000 mangos… Nosotros le hablamos al argentino que no quiere que el país se prenda fuego. Por eso me parece que la elección desconcertó a todo el mundo, se dieron vueltas 15 puntos en la provincia de Buenos Aires.

HDC: Bueno, ahora dependerá del nuevo gabinete y del nuevo congreso que ese esfuerzo haya valido la pena.

LJ: Eso es otra cosa. Una cosa es la gestión, otra cosa es la elección. La elección interpeló a un montón de gente, aun no siendo militante o referente de Milei, siento que cientos de miles o millones de tipos se sintieron identificados. Bueno, ahora habrá que justificar que ese esfuerzo siga valiendo la pena.

HDC: ¿Cómo analiza esta primera semana post-electoral? Reunión con gobernadores, el alejamiento de Francos como jefe de gabinete…

LJ: Me parece excelente, porque los gobernadores cuando inventaron este circo, esta irrupción de un puñado, yo la definí como una “pyme del mangueo”, esto que le llamaban la amplia avenida del medio, una picardía liderada por Schiaretti para convertirse en garante de la gobernabilidad. Entonces me parece un gran gesto del presidente haberlos convocado en la primera semana y decirles: “Muchachos, se vienen grandes reformas, necesitamos trabajar todos juntos”. Y el alejamiento de Francos… cómo negar que su veteranía muchas veces jugó un papel preponderante en momentos de altísima tensión. Él nunca perdió la calma y eso no es poca cosa. Pero bueno, el presidente puede entender los tipos de jugadores que necesita para determinado momento del partido. Sé que Francos estos últimos 24 meses ha tenido un trabajo casi agotador y probablemente para la etapa que viene se necesiten piernas frescas. Vamos por los próximos 24 meses que van a determinar los próximos 20 años. Pero bueno, esa decisión la toma el presidente y nadie mejor que el técnico para ver los jugadores. 

HDC: Hablando del presidente, ¿sigue pendiente la reunión en Olivos con Milei?

LJ: Yo tengo una amistad con el presidente, una amistad muy linda que se puso en un compás de espera por algunas discusiones. Fíjese que ahora se entregó el aumento para las prestadoras de discapacidad, entonces lo que yo planteaba no era una locura. Si se hacía antes, se podría haber evitado mucha tensión. Yo tengo una buena relación con el presidente y seguramente en algún momento nos volveremos a juntar de manera personal.

HDC: Finalmente, ¿es optimista respecto de una unidad de la oposición en Córdoba para intentar gobernar en 2027?

LJ: Vamos a hacer lo imposible. Yo quiero saber en los próximos cuatro meses quiénes están dispuestos a enfrentar al peronismo y quiénes no. Puede haber dirigentes que quieran mantener su cargo o que les hayan prometido algo. Pero los cordobeses deben saber quiénes quieren el cambio. No voy a ser un obstáculo para terminar con 28 años de corrupción en la provincia.

HDC: Algunos ya hablan de “Bornoroni gobernador”.

LJ: Si Bornoroni está en condiciones de ser candidato a gobernador porque así lo determinan las encuestas y él está dispuesto, yo lo voy a acompañar. Ahora, si soy yo el que está en condiciones, voy a pedir la misma solidaridad. Reitero: no voy a ser un obstáculo. Muchos colegas tuyos ya empezaron a decir: “que juegue Bornoroni”. Pero es la historia de siempre, ya me pasó con Rodrigo (De Loredo) o con Mario Negri: el peronismo, como sabe que tiene un techo de 30 y pico de puntos, va a intentar dividir la oposición. Dependerá de nosotros si lo dejamos.

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