El peronismo, en sus diversas ramificaciones, repudió fuertemente el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que promovió oficialmente hoy a la mañana el presidente Javier Milei.
Uno de los primeros en expresarse fue el ex presidente Alberto Fernández en su cuenta de X, que calificó la acción como un hecho de extrema «gravedad institucional». «El Poder Ejecutivo, en un acto de claro abuso de poder, ha avanzado sobre las atribuciones exclusivas del Poder Legislativo», indicó el ex mandatario.
Otro de los que marcó rápidamente una postura fue el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que aseguró que el DNU no tiene «necesidad ni urgencia». «Se propone privatizar y desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes y el patrimonio de los argentinos», agregó.
El secretario general de la CGT Héctor Daer rechazó el DNU y aseguró que «su inconstitucionalidad es manifiesta». «Rechazamos el DNU decretado por el Gobierno. Subvierte el orden republicano democrático y altera la división de poderes. Su inconstitucionalidad es manifiesta», expresó en X.
La central obrera se reunía por la tarde del jueves para delinear un nuevo plan de acción contra el decreto presidencial.
El bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria liderado por Germán Martínez denunció un «brutal avasallamiento de las facultades del Congreso».
«Avalar este DNU significa conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias, prohibidas en el art. 29 de la Constitución», señala el texto.
Y finaliza: «Las y los que lo aprueben serán infames traidores a la Patria. La Argentina no necesita un (Alberto) Fujimori».
El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, equiparó al Gobierno de La Libertad Avanza con «una fuerza de ocupación» que está invadiendo «la Patria».
«El gobierno ha decidido transformarse en una fuerza de ocupación. Frente soberano para salvar a la Patria», escribió en X el funcionario cristinista.
El ex ministro de Economía Sergio Massa y un grupo de legisladores del Frente Renovador analizaron las consecuencias de lo que denominaron el «impuestazo».
Lo esbozaron luego de una reunión en la Fundación Encuentro que encabezó Massa. Allí, apuntaron contra los anuncios tendientes a la presión fiscal.