El jefe de la bancada oficialista en Diputados Germán Martínez tuvo que salir a defenderse ayer de las fuertes críticas que recibió tras la postergación del plenario de comisiones donde se iba a tratar el proyecto de ley de humedales. Al respecto, declaró: “Fue una decisión estratégica porque no íbamos a lograr dictamen ni consenso”.
La nueva dilación de la norma se efectivizó al filo del miércoles cuando, a instancia de la mayoría de los presidentes de los bloques parlamentarios, la Cámara baja suspendió el plenario de comisiones de Recursos Naturales, Agricultura y Presupuestaria previsto para ese día en el que se iba a buscar que la iniciativa obtuviera dictamen.
La decisión estuvo motivada, por un lado, por diputados de la oposición que pidieron más tiempo para discutir el proyecto. “Habíamos acordado dar el dictamen en este plenario pero desde hace una semana aparecieron diferentes voces vinculadas a la Comisión de Agricultura que propusieron tomarnos un tiempo más”, argumentó Martínez en declaraciones radiales. La comisión en cuestión es presidida por el radical formoseño Ricardo Buryaile, ex ministro de Agricultura de la gestión de Mauricio Macri, quien sumó a la discusión una veintena de expositores críticos de la ley.
Pero Buryaile no es el único que resiste el proyecto. El mismo miércoles un comunicado conjunto de los gobernadores del norte logró torcer la voluntad de gran parte del oficialismo. Los mandatarios reclamaron que la norma que se apruebe mantenga “un equilibrio” que garantice el desarrollo sostenible sin descuidar las actividades productivas. A la vez, pidieron ser escuchados en el marco del debate. En concreto, la ley de humedales es resistida tanto por los sectores vinculados a la agricultura como a la minería.
La postergación cosechó fuertes cuestionamientos puertas adentro de Diputados. Los legisladores Leonardo Grosso (Frente de Todos); Enrique Estévez (Socialismo), Graciela Camaño (Identidad Bonaerense) y Myriam Bregman (Izquierda) reprobaron la decisión de la mayoría de los bloques de la Cámara. “Se impuso el lobby”, dijo Grosso. “Que rápido se pusieron de acuerdo el Frente de Todos y Cambiemos para suspender el tratamiento de la ley”, ironizó en su descargo Camaño.
Puertas afueras del Congreso integrantes de organizaciones ambientalistas y movimientos sociales se manifestaron para que se apruebe la ley y denunciaron la existencia de “un lobby que presiona para que no salga” esa iniciativa. En simultáneo y como contrapunto, un grupo de productores rurales apoyados por la Mesa de Enlace y la Sociedad Rural interrumpió el tránsito en el puente Rosario-Victoria para pronunciarse en contra de los distintos proyectos que buscan garantizar la protección y el uso racional de los humedales.