El bono de refuerzo de fin de año anunciado por el Gobierno para los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo ($13.5000) y los empleados formales con salarios bajos ($24.000) no dejó contento a nadie: tanto las centrales empresarias como los movimientos piqueteros o sociales salieron ayer a manifestar su malestar con la medida.
Por un lado, la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su “preocupación” por el impacto que tendrá en el sector productivo el bono de fin de año, pese a que el Gobierno anunció que ayudará a las pymes con el 50% del beneficio, al entender que la decisión “afecta la dinámica” de las paritarias. Las negociaciones salariales “se han reabierto y han funcionado como un mecanismo eficaz para dar respuesta al problema de la inflación. La metodología dispuesta por el Gobierno afecta esa dinámica de recomposición del poder adquisitivo, generando distorsiones e imprevisibilidad al funcionamiento de uno de los activos más importantes que trabajadores y empresarios industriales acuñamos durante años: las paritarias”, expresó la UIA.
Similar argumento esbozó la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (Camima), que cuestionó el bono y sostuvo que el “ámbito correcto” para negociar mejoras salariales son las paritarias. “El Gobierno debería tomar otras medidas para disminuir la inflación, porque regalar dinero del bolsillo ajeno no es la forma de solucionar la economía de nadie”, cuestionó José Luis Ammaturo, titular de la entidad. “Esta medida es justa, es razonable, porque va a servir para minimizar el impacto de la inflación en los salarios”, disintió el presidente de Industriales Pymes Argentinos (Ipa), Daniel Rosato.
Por su parte, distintos movimientos sociales como la Unidad Piquetera volvieron a salir ayer a las calles en la Ciudad de Buenos Aires para rechazar el monto otorgado por el Gobierno: “Es una miseria pagada con miles de bajas de los planes” sociales, argumentó el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni; mientras la coordinadora de Barrios de Pie, Silvia Saravia, consideró que “parece más una provocación que una ayuda porque el año pasado se pagó aguinaldo completo y ahora se va a pagar medio aguinaldo en dos cuotas. Es vergonzoso porque la situación está muy mal y estalla la bronca”. “No es un bono ni cristiano ni peronista”, completó el secretario general de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro, que pese a su cercanía al oficialismo se movilizará hoy en reclamo de un bono para Navidad y Reyes que alcance un total de 28.000 pesos, muy lejos de los 13.500 pesos en dos cuotas que anunció el Gobierno.
Los movimientos sociales vienen reclamando además por la baja de beneficiarios de los planes sociales y el incumplimiento en la entrega de alimentos a los comedores sociales y de herramientas a las cooperativas.
La defensa de Tolosa Paz y Olmos
Las ministras de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y de Trabajo, Kelly Olmos, salieron a defender ayer los bonos anunciados por el gobierno nacional, bajo distintos argumentos.
Por un lado, Tolosa Paz criticó al Polo Obrero por las protestas lanzadas y aseguró que la agrupación “no cree que la salida productiva sea el trabajo”.
“El bono es poco para algunos sectores, pero ellos reciben el cronograma de alimentos secos, la transferencia de recursos para sostener las ollas populares, el Potenciar Trabajo y el bono. Cada decisión tiene que impactar positivamente en el grupo, pero no puede tener consecuencias negativas en el conjunto de argentinos”, afirmó la ministra.
Por su parte, Olmos habló de la suma fija que anunció el Gobierno para los ingresos de los trabajadores en blanco y aseguró que en los casos de una “micro, pequeña o hasta mediana empresa podrán transferir el 50% del costo al Estado como parte del anticipo del impuesto a las Ganancias”.