El gobierno nacional avanza en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la perspectiva de que alcanzará los votos necesarios en el Congreso para aprobar el acuerdo final, gracias a la disposición que expresaron los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) a facilitar su sanción.
Si bien se trata de un balance por demás frágil, la cúpula del Frente de Todos (FdT) en la Cámara de Diputados cuenta un piso de 145 votos positivos y un aluvión (casi un centenar) de abstenciones -el ex jefe de bloque, Máximo Kirchner, se inclina por esta opción- para la discusión de la medida. De hecho, el panorama en la Cámara Baja es mucho mejor al del Senado ante el estruendoso silencio de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
A tal punto que el jefe del bloque oficial de senadores, José Mayans, le pidió al representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos que el Gobierno inicie por Diputados el trámite legislativo para ratificar el acuerdo. Sin embargo, el Gobierno confía que la mayoría de los senadores oficialistas, por mandato de sus gobernadores, votarán a favor.
Claro que todo depende del contenido del texto que finalmente envíe el ministro de Economía, Martín Guzmán. La oposición ya anticipó que no votará ningún aumento de impuestos, mientras los oficialistas se muestran reacios a avalar ajustes del gasto público y tarifazos. El propio presidente Alberto Fernández analizó ayer la situación en la primera cumbre del año de su Gabinete Económico, con Guzmán y los otros ministros del área.
En la Casa Rosada aseguran que el proyecto solo incluirá el pedido de autorización al Congreso para el nuevo programa de facilidades extendidas acordado con el FMI, por el cual pretenden refinanciar la deuda de US$44.500 millones contraída por Mauricio Macri y su plan de desembolsos. Como anexo al proyecto irá el memo del acuerdo, cuyos detalles aún discuten Guzmán y el staff técnico del Fondo, aunque están cerca de cerrarlo según dijeron las fuentes oficiales.
“En el anexo del proyecto figurarán las metas fiscales, monetarias e inflacionarias a las que se compromete alcanzar nuestro país, pero no se avanzará en los detalles finos sobre las medidas concretas que se adoptarán para cumplir esas metas”, anticiparon ayer las fuentes. El Gobierno confía en que, así planteado, el proyecto no debería encontrar resistencias en el Congreso.
Reclamo de empresarios de EE.UU.
Si bien los empresarios de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (AmCham) respaldaron ayer el principio de acuerdo por la deuda entre el Gobierno argentino y el FMI, al mismo tiempo expresaron sus inquietudes respecto de la política económica local.
En una cumbre con el nuevo embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley, los empresarios de AmCham plantearon la necesidad de dejar atrás el modelo de comercio administrado, las limitaciones para el pago de dividendos y las restricciones cambiarias porque generan un ambiente de “incertidumbre y falta de previsibilidad” para el desarrollo de negocios en el país.
Apoyo condicionado de JxC
“No vamos a empujar a la Argentina al default porque sabemos que es más sufrimiento para los argentinos, pero no vamos a votar nada que implique nuevos impuestos ni aumento de los existentes”, definió ayer la diputada nacional de Juntos por el Cambio (JxC) María Eugenia Vidal, quien consideró “una locura que estemos a esta altura y todavía no sepamos de qué se trata” el acuerdo con el FMI.
“Hoy, para nosotros y lamentablemente, el acuerdo es una hoja en blanco”, agregó Vidal, quien aclaró que solo una vez que se sepa cuál es su contenido van a “tratar de definir (desde JxC) la estrategia parlamentaria que permita que se apruebe”.