Sin avances para mostrar en sus gestiones diplomáticas, el Gobierno reaccionó con dureza ayer a una intermediación que realizó el ex embajador argentino en Venezuela Oscar Laborde por el gendarme Nahuel Gallo, detenido en el país caribeño por presunto intento de espionaje, a quien le hizo llegar una carta de su familia. Es más, Laborde consiguió que el régimen de Nicolás Maduro diera al menos una respuesta sobre el estado del gendarme secuestrado, que estaría en “excelentes condiciones” y con “muy buena salud”, según trascendió en la prensa porteña.
“Nos sentimos un poco mejor al saber que la carta le fue entregada, solo queremos que él sepa que estamos esperándolo y mandarle muchas fuerzas. Queríamos que sepa que todos estamos bien y su hijo Víctor muy bien”, aseguró ayer Kevin Gallo, hermano del gendarme, al diario Clarín, donde mencionó que ahora en la familia “esperamos por una respuesta de él”. Al parecer, la dictadura venezolana autorizó a que el gendarme argentino mantenga un intercambio epistolar con su familia, gracias a las gestiones de dirigentes kirchneristas como Laborde y Juan Grabois, quien le habría enviado de hecho la carta.
El propio Laborde confirmó que la carta de la familia le llegó a Gallo y que recibió información de que el gendarme “está en buenas condiciones”, pero recalcó que “está produciéndose una investigación porque hay una irregularidad muy grande” en su ingreso a Venezuela “por una frontera que es muy irregular”. “Se hizo una gestión por una cuestión humanitaria, el envío de la carta de la madre al gendarme. Se pudo saber que está en buenas condiciones. Nosotros lo que hacemos, ni más ni menos, es hacerle llegar una carta, empezar una relación epistolar y hasta ahí. Después la Justicia tendrá que obrar como corresponde ante un tema que es efectivamente muy irregular”, agregó Laborde, quien aseveró que “hay un procedimiento que tiene que hacerse cuando un militar viaja al exterior, se tiene que informar su viaje aunque esté de licencia. Por eso (Victoria) Villarruel dice ‘yo no lo hubiera autorizado’. Alguien autorizó mal y en estas condiciones fue mal enviado”.
La reacción del Gobierno fue funesta. “Laborde es un agente cubano. Desconocemos las gestiones que dice haber hecho porque todo lo que hace siempre es favorable a los intereses del régimen. Acá lo que están haciendo es mostrar humanitario al régimen”, dijo primero una encumbrada fuente de la Casa Rosada. Luego, la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, consideró que “hay argentinos que se han quedado allá, que son personeros del régimen, como Laborde. Fue embajador del kirchnerismo. Sacan declaraciones diciendo que no se presentaron todos los papeles, justifican que haya un argentino desaparecido. La verdad es que da vergüenza ajena que haya sido una persona que representó en algún momento a la Argentina como embajador”.
La Justicia exigió respuestas a Venezuela
La Justicia argentina exigió este fin de semana al régimen de Nicolás Maduro que informe de manera inmediata el paradero del gendarme Nahuel Agustín Gallo, quien está detenido en Venezuela desde hace más de dos semanas bajo acusaciones de supuesto espionaje.
La Cámara Federal de Mendoza emitió un exhorto vía el Ministerio de Relaciones Exteriores para que los jerarcas del régimen venezolano den explicaciones, al tiempo que no descartaron acusar a ese país de desaparición forzada de persona.
El habeas corpus dispuso “exhortar a Venezuela para que informe de modo inmediato el paradero del Sr. Nahuel Agustín Gallo, los motivos de su detención y a disposición de qué autoridad judicial competente se encuentra”.
Además, instó a Venezuela “a presentar física o telemáticamente al Sr. Nahuel Agustín Gallo ante las autoridades que designe a través de la vía diplomática el Ministerio de Relaciones Exteriores, con el fin de ser asesorado por las mismas (art.36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares), facilitando el contacto con sus familiares”.