El ministro de Interior, Guillermo Francos, convocó para hoy por la tarde a la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) con el objetivo de abrir un diálogo que evite la convocatoria a un segundo paro general de la central obrera y negociar puntos clave de la Ley de Bases, a pocas horas del encuentro que tendrá el Consejo Directivo de la CGT donde se podría definir una medida de fuerza.
Será la primera reunión entre el Poder Ejecutivo y la CGT de manera oficial desde la asunción de Javier Milei. Si bien desde Interior no confirmaron la lista de la comitiva que irá a Balcarce 50, se sabe que estarán dos de los titulares de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), quienes se mostraron más abiertos al diálogo con el Gobierno libertario. A ellos se sumarían el secretario adjunto de la central, Andrés Rodríguez (UPCN), y dirigentes como Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Sola (Seguros). No se presentaría el secretario adjunto de Camioneros e integrante del tridente, Pablo Moyano, el más crítico con la gestión de Milei.
Si bien el encuentro está convocado a “agenda abierta”, la central obrera buscará discutir los ítems de la nueva Ley de Bases vinculados a la reforma laboral. Según los planes oficiales, la iniciativa sería incluida en la norma a partir de un proyecto de la UCR que deja afuera dos de los puntos que más irritan al sindicalismo, a saber: la limitación de las cuotas solidarias y de la ultraactividad de los convenios colectivos. Estos cambios permitirían dejar a salvo una de las fuentes centrales de sostenimiento de los gremios, ya que se mantendría el financiamiento de las obras sociales a partir de un porcentaje que se recauda de los salarios (las cuotas solidarias). La ultraactividad, a su vez, es un principio de la legislación laboral que establece la vigencia de los convenios colectivos de trabajo -el cuerpo de normas que rige una relación laboral- más allá del período de validez establecido por las partes, hasta que no se firme un nuevo acuerdo para la actividad. Algo que permite “preservar los derechos de los trabajadores” y evitar una “negociación a la baja”, según la CGT.
“No sé cuál es el interés de la convocatoria, pero es bueno que acepten dialogar de manera institucional”, valoró una fuente cercana al triunviro cegetista en un diario porteño. Antes de ir a la Casa Rosada, un grupo de gremialistas se reunirá con el bloque de senadores de Unión por la Patria para rechazar la reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias que impulsa el Gobierno, que afectaría a un millón de trabajadores que volverían a pagar el tributo, según cálculos de la CGT.
La reunión con Francos se dará además en un contexto de alta conflictividad, con los colectiveros de la UTA y los camioneros de Moyano en pie de guerra porque sus acuerdos salariales con los empresarios aún no fueron homologados por el Gobierno, y con el sector público en ebullición por los despidos en el Estado. El Consejo Directivo de la CGT convocó además para mañana a una reunión para definir una nueva medida de fuerza, posiblemente para el 1 de mayo.
Expectativa y fastidio por la Ley Bases
Los bloques de la oposición dialoguista se mantienen expectantes a la espera del último borrador de la nueva Ley Bases, que debería llegar a sus manos en las próximas horas ya que ayer no tuvieron novedades.
A pesar de que tanto el PRO como en la UCR y Hacemos Coalición Federal se mostraron dispuestos a respaldar la norma ante las concesiones del Gobierno (por ejemplo, sólo declarará cuatro emergencias), en la Cámara baja se extiende cierto fastidio con algunas actitudes oficiales.
“No están definiendo bien las prioridades”, advirtieron desde el PRO en Infobae, donde indicaron que el Gobierno estaría “repitiendo muchos de los errores” que condujeron al fracaso del primer debate en febrero.
Como ejemplo, se quejaron sobre la falta de negociadores con poder de decisión, ya que ni el ministro del Interior, Guillermo Francos, ni el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, dieron respuesta a los reclamos cursados por los legisladores y los gobernadores. “Todo los espacios están cansados de la falta de respeto”, agregaron las fuentes anónimas.