Mientras las organizaciones sectoriales y de la sociedad civil afectadas por el proyecto de Ley ómnibus impulsado por Javier Milei exponen en el plenario de la Cámara de Diputados, el oficialismo encara negociaciones contrarreloj de manera secreta con las bancadas “dialoguistas” para acordar un dictamen propio que junte el consenso necesario para poder llevar la norma al recinto y darle media sanción.
Ya nadie esconde las tratativas, pese a que la izquierda y Unión por la Patria (UxP) denunciaron que La Libertad Avanza (LLA) negocia la aprobación de la iniciativa fuera de la Cámara baja, sin atender al debate ni escuchar las exposiciones, con el objetivo de apurar su aprobación antes del paro de la CGT del 24 de enero.
Las reuniones del oficialismo con la UCR, Hacemos Coalición Federal y el PRO se realizan, en efecto, en el bar del porteño Hotel Savoy y en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fuera del recinto. Ni siquiera el presidente del bloque de LLA, Oscar Zago, participó ayer del plenario de comisiones que trata la iniciativa -que tiene más de 600 artículos- en el anexo de la Cámara baja.
Las negociaciones se realizan en el más estricto secreto, bajo la fuerte presión que realiza el Gobierno de Milei. El ministro del Interior, Guillermo Francos, incluso expresó ayer que el presidente Milei “está molesto” porque “siente que cada día que pasa sin avanzar con esta ley se complica la situación o se demora un poco más la solución de los problemas” del país. “Estamos con una enorme ansiedad tratando de ordenar la ley”, aseveró Francos, quien confió en que el plenario de comisiones emita “en los próximos días” un dictamen mayoritario.
Los últimos trascendidos indican que la UCR y Hacemos Coalición Federal llegaron a amenazar con firmar un dictamen propio si el oficialismo no concede los cambios que piden. Ambos bloques rechazan la amplia delegación de facultades al Ejecutivo que dispone la norma, la suspensión de la movilidad jubilatoria, la suba de las retenciones, la reforma electoral y las privatizaciones de todas las empresas públicas.
Pero el oficialismo intenta acelerar las negociaciones para conseguir un dictamen común a más tardar el viernes, con la idea de llamar a sesionar el mismo sábado para conseguir la aprobación, ya que si logra el respaldo de los bloques “dialoguistas” podría alcanzar los 129 votos necesarios para darle media sanción. “Estamos trabajando para poder ir al recinto el sábado, necesitamos el dictamen para poder hacerlo”, aseguró una fuente oficial.