El fallido escrutinio provisorio de las elecciones provinciales realizadas el 25 de junio pasado generó ayer un fuerte cruce entre miembros del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba por el rol que tuvo la jueza electoral, Marta Vidal.
Ocurre que en la víspera, mientras el Tribunal Electoral anunciaba una conferencia de prensa para difundir los resultados oficiales, se conoció que el lunes se registraron discusiones entre dos vocales del Alto Cuerpo y el presidente del máximo organismo de la Justicia de Córdoba.
Al parecer, el vocal Luis Rubio (el más longevo) se cruzó primero con Domingo Sesin, el titular del TSJ y luego con Sebastián López Peña, vocal. El motivo fue el apoyo que Rubio le dio a Vidal en todo el proceso electoral de los últimos comicios provinciales.
Es conocida la división que se planteó en el Superior Tribunal en relación al rol de Vidal en el trabajo. Y es pública la posición de Rubio, que ayer en declaraciones radiales, dejó en claro que no tiene cuestionamientos sobre lo ocurrido durante los últimos días en relación a la responsabilidad de la jueza y del resto del Tribunal Electoral. “(Vidal) contó con todo el apoyo del Tribunal Superior. Lo del tribunal Electoral ha sido ejemplar”, afirmó Rubio.
Es más: el martes de la presente semana, último día del escrutinio oficial, Rubio estuvo durante varias horas en el edificio de Tribunales II y hasta se sentó en una de las mesas de “incidencia” junto a Vidal para seguir personalmente el conteo de votos. Se retiró del edificio una vez finalizado el escrutinio final, reveló el diario La Voz del Interior.
Asimismo, agregó que el lunes por la mañana Rubio llegó a Tribunales I y se dirigió a la oficina de Sesin para quejarse por publicaciones periodísticas que daban cuenta sobre su respaldo a Vidal. El tono del intercambio fue elevado y el presidente del TSJ dio por finalizado el cruce.
Pero la situación no terminó allí. Rubio se dirigió entonces a la oficina de López Peña, donde se produjo el mismo cuestionamiento. La discusión en ese caso tomó más temperatura, aunque –dijeron las fuentes– nunca estuvo ni cerca de un intercambio físico (pero sí insultos).
Al final, Rubio se retiró de la oficina sin dejar de cuestionar a López Peña a viva voz y el momento fue observado por varios presentes en el pasillo del edificio, entre ellos miembros de la Policía de la Provincia. En la víspera, Rubio reconoció las discusiones. “Son distintos puntos de vista”, le dijo a los medios, y agregó: “Son discusiones comunes… siempre las hay”.
También le preguntaron sobre si llegó a haber golpes de puño. “No, no. Puede ser que me haya molestado. Son consecuencias lógicas de opiniones distintas”, respondió. En ámbitos cercanos al TSJ agregaron que no es la primera vez que Rubio protagoniza esta clase de incidentes. “Se sabe que tiene un carácter difícil, lo han vivido otros funcionarios”, dijeron.
El caso Ocasa
Este viernes, el último día antes de la feria judicial de invierno, el TSJ daría a conocer las conclusiones de la investigación administrativa en relación a lo sucedido el domingo 25 de junio. La investigación solo apunta a determinar qué pasó con el escrutinio provisorio, a cargo de la empresa Ocasa (MSA, la responsable del sistema Turing, fue subcontratada por Ocasa).
Por ese trabajo, el monto pactado era de aproximadamente 400 millones de pesos (no sobre el total del contrato, que también incluía la logística general, y que asciende a 2.200 millones). En ese sentido, el TSJ podría imponerle una multa a Ocasa por las fallas en el escrutinio (que, aclaran, gran parte “estuvo bien hecho”) que derivaron en el escándalo del domingo 25 por la noche.