Jalil fue condenado a un año y dos meses de prisión por los fondos de los corsos de Unquillo

En la causa estaba involucrada también la contadora del municipio, María Silvia Dazzo, quien recibió pena de un año de prisión y dos de inhabilitación

Jalil fue condenado a un año y dos meses de prisión por los fondos de los corsos de Unquillo

El ex intendente de la localidad de Unquillo, Germán Eduardo Jalil, fue condenado este viernes a un año y dos meses de prisión en ejecución condicional por «abuso de autoridad» tras el incumplimiento de la confección de estados contables, memorias, balances y estados de resultados de los famosos corsos que se hicieron en la localidad durante su gestión, en el periodo de 2013 a 2015.

El fallo fue dictado por la Cámara de lo Criminal y Correccional de Décima nominación de Córdoba, integrada con jurados populares, y estableció también la inhabilitación de Jalil para el ejercicio de cargos públicos.

En la causa estaba involucrada también la contadora del municipio, María Silvia Dazzo, quien recibió pena de un año de prisión y dos de inhabilitación.

Por su parte, Luis Juez, abogado defensor de Jalil y actual senador nacional, había pedido la absolución durante su alegato argumentando que el ex funcionario era víctima de una persecución, y tras conocer el veredicto de este viernes, expresó: «Esto está pensado, pergeñado, ideado desde hace mucho tiempo para que el embudo funcione de esta manera. Y esto es una clara demostración de que funciona así. Vuelvo a repetirlo, ustedes no van a ver nunca sentado en estos banquillos de acusados a un político que se haya enriquecido».

«Nunca ningún amigo del poder va a tener ninguna complicación mientras la justicia, particularmente en el Foro Anticorrupción de esta provincia, funcione así. Pero esto va a cambiar, en algún momento va a cambiar y los cordobeses vamos a poder aspirar a tener justicia independiente. Hoy claramente no la tenemos. La verdad es que esto es un atropello al sentido común», agregó.

«Es una torpeza jurídica, un delito absolutamente prescripto, totalmente acreditado, un abuso de autoridad sin ningún componente. Pero bueno, sabemos que esto es así, lo dije acá, lo planteé en los alegatos así que para nosotros no es ninguna sorpresa. Lo sabía Germán, lo sabíamos con el doctor Martínez. Es una clara definición de que el embudo armado, preparado, pergeñado, orientado, concebido en su momento para que la política vinculada al poder no tenga nunca una dificultad, funciona perfectamente. Acaban de meterle un par de gotas de aceite al engranaje», cerró Juez.

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