La propuesta del Gobierno nacional de discutir un proyecto de ley mediante el cual buscará gravar la “renta inesperada” de las empresas que se benefician de los su-perprecios de los commodities a causa de la guerra en Ucrania cosechó un abanico de críticas, fundamentalmente desde los sectores productivos, referentes de las fuerzas políticas opositoras y economistas.
Representantes sectoriales y regionales de la Unión Industrial Argentina (UIA) manifestaron ayer su preocupación por la posible creación de una alícuota adicional a las empresas en una reunión de la Junta Directiva de la entidad, en donde se analizó “cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo”. Horas antes, el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, había advertido que “a los 165 impuestos que tenemos sumarle otro más no es nuestra política”.
En tanto, el ex ministro de Economía del gobierno de Cambiemos, Hernán Lacunza, consideró que “cuando tenés que apelar tantos impuestos en dos años, quiere decir que no hay recurso que te alcance”. “Ese impuesto ya existe y se llama Impuesto a la Ganancia. Lo que hacen es cambiarle el nombre para que parezca algo nuevo”, concluyó.
También salió al cruce de la propuesta, que fue anticipada por el ministro de Economía Martín Guzmán el lunes pasado durante el anuncio de un bono extra para trabajadores informales y jubilados, el economista y ex presidente del Banco Central Martín Redrado, quien planteó que “la Argentina necesita menos impuestos” y “mostrar que el oficialismo y oposición van todos en la misma ruta” para combatir la inflación. Sobre el eventual nuevo tributo para un grupo de empresas Redrado analizó: “La pregunta es si seguimos exprimiendo la naranja del sector privado o tratamos de generar estímulos para que haya más naranjas para producir”.
“Argentina necesita menos impuestos y simplificarlos. No inventar impuestos todos los años”, agregó el economista que un día antes había revelado que mantiene conversaciones con la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Desde el sector agroexportador, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC) expresaron su preocupación por la nueva medida.
“La Argentina no necesita más impuestos. Al contrario, lo que hace falta es sacar el freno de mano a la producción y a la inversión para que haya más trabajo. Estaremos abiertos a trabajar en una propuesta de esta naturaleza, si el gobierno nos convoca”, indicaron.
Además, el consorcio exportador de granos remarcó que si bien la guerra en Europa derivó en mayores precios internacionales, especialmente en trigo y maíz, por otro lado hubo un aumento de los costos de producción, como el caso de los fertilizantes.
A favor de impuestos temporales más altos
Entre las voces a favor del gravamen extraordinario para empresas con ganancias netas imponibles altas, sobresalió ayer un informe técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) en donde el organismo multilateral de crédito se manifestó a favor de “los impuestos temporales más altos” en tiempos de pandemia o de guerra.
“El principio general de las finanzas públicas es que debes encontrar dónde están los recursos e intentar compensar a quienes más sufren”, explicó a los periodistas uno de los autores del informe del FMI, el economista Jean-Marc Natal, según consignó el corresponsal en Washington del diario La Vanguardia de España.
En el marco de la Asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial, Natal recordó que esta modalidad puede implementarse “y a veces se hace después de las guerras, donde mientras unas empresas luchan por sobrevivir otras se vuelven con mejores resultados que nunca”. “Los gobernantes pueden hacer que estas últimas compensen a las primeras con un impuesto adicional y temporal”, reflexionó el economista del FMI.
Una “financiación genuina”
El CEO de Syngenta, Antonio Aracre, consideró “justo” el proyecto del Gobierno de establecer un impuesto a la renta inesperada, y destacó que de ese modo se lograría una “financiación genuina” para afrontar gastos extraordinarios.
“Me parece sano que cualquier tipo de gasto extraordinario que se plantee el Estado desde el punto de vista de la disciplina fiscal estén buscando una financiación genuina, eso habla de una responsabilidad y un cuidado”, opinó en declaraciones radiales.
Señaló que “si sólo se piensa en incrementar el gasto con emisión, a la larga eso termina en inflación y ese bono que se quiere dar para paliar la situación social al final de cuentas se transforma en un problema”.
Asimismo, avaló que el impuesto apunte “a sectores que tienen mucha capacidad contributiva” y no afecte a personas físicas. No obstante, consideró que “va a ser de difícil aprobación” en el Congreso.