Llaryora prevé austeridad a tono con Milei aunque revaloriza la importancia del Estado

“Lamentablemente se vuelve a discutir el valor de la escuela pública”, señaló Llaryora desde la Legislatura. Destacó que "pese a la crisis, la obra pública no se detendrá". Aseguró que la "austeridad" es el signo del nuevo tiempo. Anunció un congelamiento en las vacantes para ingresar al Estado. Y una reducción salarial del 10% al 25% para funcionarios públicos

Llaryora prevé austeridad a tono con Milei aunque revaloriza la importancia del Estado

Con la advertencia de que Córdoba no es ajena a los efectos negativos de la severa crisis económica y social, Martín Llaryora tomó control del Estado provincial tras jurar ayer como gobernador ante la Legislatura.

En su primer discurso como máxima autoridad de Córdoba dejó en claro que lo que comenzó con su asunción es “una nueva etapa política”. Así de fundacional se presentó ante toda la provincia sin dejar de reconocer el legado de José Manuel de la Sota y de Juan Schiaretti, a quien sucedió. Llaryora desplegó un discurso conceptual llano y directo, con fuertes advertencias acerca de que su gestión estará atravesada en el inicio por una “gran crisis económica”, a la que calificó de “histórica”.

El nuevo mandatario provincial repitió varias veces la palabra “austeridad”, como signo del nuevo tiempo y en línea con el contexto de crisis económica imperante. También remarcó en varios tramos de su mensaje las dificultades que conllevará para el conjunto ingresar de lleno a la fase de “estanflación” anunciada por “el presidente Javier Milei”.

“No es la primera vez que me toca asumir responsabilidades ejecutivas en situaciones difíciles. Ya me sucedió en San Francisco y también en la ciudad de Córdoba y en ambas situaciones tuve que tomar decisiones valientes, complejas, pero necesarias, que luego, ustedes saben, fueron pilares para la recuperación y el progreso de ambas ciudades”, afirmó Llaryora haciendo una rápida recapitulación de su trayectoria ejecutiva.

Fue en ese momento en que planteó, como señal de la austeridad que dijo será un sello de su gobierno, un congelamiento en las vacantes para ingresar al Estado. Además, anunció una reducción salarial del 10% al 25% para funcionarios públicos. Llaryora destacó el achicamiento de su gabinete, que tendrá 14 ministerios más 10 agencias.

No hubo, sin embargo, anuncios concretos sobre la política salarial de los estatales y sobre qué ideas tiene para los jubilados provinciales. “Habrá cambios”, aseguran al respecto cerca del nuevo mandatario.

Sí reclamó Llaryora por los fondos que la Nación debe aportar para cubrir el déficit que genera la Caja de Jubilaciones y que es una de las máximas preocupaciones financieras que tiene la nueva administración.

El nuevo gobernador tampoco hizo mención sobre la deuda en dólares que hereda de Schiaretti y que requerirá de una reestructuración en el corto plazo. Llaryora y su equipo económico ya están trabajando al respecto.

En línea con lo que venía planteando Schiaretti, Llaryora se mostró colaboracionista con el nuevo presidente. “No es tiempo de poner palos en la rueda, sino sumar para que finalmente la Argentina encuentre el camino del desarrollo y prosperidad que todos estamos esperando”, aseguró respecto al gobierno que este domingo tomó el mando del Estado nacional.

En paralelo a dar señales de gobernabilidad a la Nación, Llaryora dijo que espera que Milei “cumpla con las promesas al pueblo de Córdoba”. Allí, listó como prioridades la baja de las retenciones al campo, el reparto equitativo de los subsidios, y los fondos para la Caja de Jubilaciones.

«Nuevo modelo político en las historia de Córdoba»

Al promediar su mensaje, en el que Llaryora mezcló lectura e improvisación, el nuevo gobernador usó varios minutos para marcar lo que en términos políticos representa la mayor diferencia con los modos de construcción política tradicionales del peronismo cordobés.

El “nuevo paradigma político” del que habló Llaryora tiene en su centro la ampliación de la coalición de gobierno que lidera el peronismo. Llaryora fue tajante al asegurar que trabajará para seguir ampliando ese espacio político. “El partido cordobés es un nuevo modelo político en la historia de la provincia”, reafirmó el titular del Centro Cívico.

En un guiño hacia los radicales, Llaryora destacó la figura del ex presidente Raúl Alfonsín como símbolo de la recuperación democrática. Y también dedicó elogios en ese mismo sentido para los ex gobernadores Eduardo Angeloz y Ramón Bautista Mestre.

Llaryora exhibió como prueba de esa apuesta coalicionista la vicegobernación que desde la víspera ocupa Myrian Prunotto, la ex intendenta de Estación Juárez Celman, que viene de una larga militancia en el radicalismo. “Es momento de dejar atrás la grieta y de terminar de cavar trincheras”, lanzó para completar su propuesta ampliada. Para los opositores de Juntos por el Cambio, el objetivo de Llaryora, sin embargo, no es otra cosa que la “compra” de dirigentes a “cambio de cargos en el Estado”, dijeron tras escuchar al nuevo gobernador.

Inseguridad, salud y educación

“Todos sabemos que existe una preocupación central que es el narcotráfico y la inseguridad. Y aquí quiero ser claro: voy a poner todo el esfuerzo que sea necesario para que vuelva la tranquilidad a nuestra gente. Pero nada de ello será posible sin que el Gobierno nacional también asuma las responsabilidades que le corresponden y que son de su competencia”, planteó Llaryora, luego de lo cual pidió por mayor control en las fronteras, radarización y ley de derribo para “frenar a los narcos”.

“Son ellos (los narcotraficantes) o nosotros”, aseveró en una frase que levantó el aplauso del recinto legislativo. Llaryora anunció que duplicará las fiscalías abocadas al combate de la droga. También dijo que, pese a la situación financiera, habrá más recursos para la seguridad. Y anunció que impondrá el sistema “narco test” para controlar a todos los funcionarios públicos. La medida busca replicar lo hecho en la Capital.

Llaryora también anticipó algunos de los puntos centrales que tendrá su administración en materia de seguridad. Explicitó que buscará una “articulación” potente entre la seguridad privada y la estatal. El gobernador adelantó que este lunes ingresará a la Legislatura un texto de reforma de la ley 9.235. Los cambios a esa normativa incluyen, entre otras aspectos, la creación de las policías municipales, para Llaryora “guardias locales de prevención y convivencia”. Los miembros de esas fuerzas, dijo adelantó el gobernador, estarán armados con pistolas no letales.

La nueva ley, una vez que sea aprobada por la Unicameral –Llaryora pretende que esté sancionada antes de fin de año–, también habilitará a que los guardias de la seguridad privada porten armas no letales. El gobernador dijo que habrá capacitación para ese personal que no depende del Estado.

En lo que representa la principal diferencia con el gobierno del presidente Milei, Llaryora hizo una fuerte defensa de educación y de la salud pública. “Hay que innovar”, dijo para luego ampliar el objeto de su planteo a un “pacto sanitario público, privado y universitario”. Una señal clara de ese norte es la designación como ministro de Salud a Ricardo Pieckenstainer, director médico del Hospital Privado.

Respecto a la educación, Llaryora dijo que se trata del “verdadero motor del progreso”. Y habló de instaurar un plan para fortalecer la capacitación docente y de dotar de mayor infraestructura a las escuelas.

“Lamentablemente se vuelve a discutir el valor de la escuela pública”, dijo en alusión a las ideas de La Libertad Avanza, aunque no lo nombró en ese tramo al presidente Milei.

Para el final, Llaryora dejó el capítulo vinculado a la obra pública. Dijo que en Córdoba “no se parará” la inversión en ese rubro, en otro rasgo diferenciador con Milei. “Tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”, afirmó como concepto central, recordando la frase de un político alemán que Schiaretti repitió durante su campaña presidencial. En ese sentido dijo que el Estado hará obras donde la falta de rentabilidad impide la llegada del privado.

La innovación que pretende llevar adelante Llaryora en este rubro se asienta en establecer convenios con cooperativas y mutuales del interior –a las que incluyó dentro del concepto “economías solidarias”–, para realizar obras de agua, cloacas y conectividad. Allí entrará en juego el flamante Ministerio de Cooperativas y Mutuales, otra creación 100% llaryorista.

Esa impronta innovadora, de la que se enorgullece y jacta Llaryora, deberá sortear ahora los desafíos de una crisis económica y social insondable. A esa aventura, de la que depende el porvenir de casi 4 millones de cordobeses, se acaba de embarcar el nuevo y flamante gobernador.

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