Los cancilleres del Mercosur se enfrentan por el TLC con China

Uruguay ratificó su voluntad de negociarlo aunque sea en modo individual

Los cancilleres del Mercosur se enfrentan por el TLC con China

El canciller Cafiero defendió la integración del Mercosur en la cumbre de Luque.

Tal como se esperaba, la decisión del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, de iniciar negociaciones en forma individual sobre un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China por fuera del Mercosur se convirtió en el punto central de discordia en la cumbre de los países del bloque, que hoy recibirá a los jefes de Estado en un clima de evidente tensión en la atribulada localidad de Luque, en Paraguay.

La previa a la reunión presidencial que tendrá lugar hoy en Asunción, capital de Paraguay, dejó fuertes cruces entre los cancilleres del bloque y el representante uruguayo, Francisco Bustillo, quien reafirmó la “potestad” de su país de “negociar con terceros países extrazona”. El momento de mayor tensión en la reunión del Consejo del Mercado Común (CMC) ocurrió de hecho cuando Bustillo aseguró que Uruguay avanzará en las negociaciones con China junto a “nuestros socios” del Mercosur o en su defecto “individualmente”, sin importar las consecuencias. “Seguiremos negociando, nada en el Mercosur nos lo prohíbe y tenemos esa potestad”, sentenció.

Previamente, el canciller argentino Santiago Cafiero había ratificado la postura ya expresada por el presidente Alberto Fernández de realizar las negociaciones en forma conjunta y consensuada, en línea con lo dispuesto en las actas constitutivas del bloque de Asunción (1991), Ouro Preto (1994) y la decisión 32 de Buenos Aires (2000). “Lo que llamamos Mercosur es lo que hagamos los países con la integración”, remarcó Cafiero, quien consideró que las naciones del bloque “serían más débiles” negociando en forma separada. “Algunos usan el término ‘modernizar’. Para Argentina, ‘modernizar’ no implica disgregar al bloque y la toma de decisiones unilaterales, sino asumir la responsabilidad de transformar y profundizar el proceso de integración” argumentó. “Seríamos más débiles sin Mercosur. Tendríamos menos músculo para enfrentar los cambios en las formas de producción y el comercio (…). ¿Alguien puede imaginar con el corazón que vivirá mejor sin sus vecinos y hermanos?”, completó.

Luego, el viceministro de la Cancillería de Paraguay, Raúl Cano Ricciardi, advirtió que tanto su país como Argentina y Brasil tienen “una sutil diferencia” con la postura uruguaya, que pretenden abordar “con diplomacia”. Si bien “Uruguay tiene la decisión soberana de avanzar o no” en un acuerdo individual, argumentó, lo ideal es que sea el bloque el que lleve adelante el tema porque “juntos tenemos mayor fortaleza”. También el brasileño Carlos Franca insistió en que la solución para el bloque común es “más Mercosur y no menos”.

Sin embargo, si bien Bustillo ratificó la pertenencia de Uruguay al bloque -más allá de “algunas afirmaciones que parecieran ponerlo en duda”, aseveró-, luego criticó la dinámica del Mercosur y adelantó que durante la Presidencia Pro Tempore que Uruguay ejercerá en el segundo semestre tratará de “avanzar en la impostergable modernización del bloque, en especial en su relacionamiento externo”. “Reafirmamos nuestra potestad de negociar con países y bloques extrazona”, concluyó.

Rebaja de aranceles y pacto con Singapur

La agenda económica de la primera jornada de la sexagésima Cumbre del Mercosur estuvo dominada por el consenso alcanzado por los países miembros para rebajar el Arancel Externo Común (AEC) y por el anuncio de la firma de un acuerdo “de última generación” con Singapur. A esto se sumó la decisión del bloque de afrontar “el desafío de la inflación” y apuntar a “reducción paulatina del déficit fiscal”.

Las decisiones formaron parte de las deliberaciones del Consejo del Mercado Común (CMC), integrado por los cancilleres de los países miembro, y del Grupo de Monitoreo Macroeconómico (GMM), en el que también participan funcionarios de los Ministerios de Economía y de bancos centrales.

El anuncio de la reducción del 10% en el AEC, en línea con el nivel que fijó Brasil en forma unilateral en mayo pasado, fue formulado por el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de la Cancillería paraguaya, Raúl Cano Ricciardi, en una conferencia donde aclaró que la medida “respeta las sensibilidades de todos los estados partes”, en referencia a las listas de excepciones de algunos bienes y servicios.

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