Dirigentes de todo el arco político nacional se pronunciaron ayer por el Día Internacional del Trabajador con mensajes que resaltan la labor de los argentinos y argentinas, en un contexto complejo por la crisis cambiaria desatada en el país y la campaña electoral en curso.
Desde el oficialismo, el presidente Alberto Fernández destacó el índice de desempleo “más bajo en décadas” y remarcó que “a pesar de la pandemia, la guerra y el endeudamiento, siempre el Gobierno puso el norte en garantizar la continuidad del trabajo”. “Prometimos generar trabajo y lo estamos haciendo: alcanzamos el desempleo más bajo en décadas y muchas provincias tienen pleno empleo. La patria sigue creciendo con más oportunidades para el pueblo”, escribió en Twitter Fernández, quien luego saludó a los trabajadores: “Feliz día a quienes a diario construyen este país”.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, afirmó que hay “herramientas y una política activa permanente” para que los salarios de los trabajadores no queden retrasados por la inflación y llamó a “seguir trabajando” para alcanzar una sociedad que “sea efectivamente más justa”; aunque informe internacional había desmentido horas antes sus afirmaciones.
Gerardo Morales, gobernador jujeño y precandidato a presidente por la UCR, afirmó a su vez que “el empleo digno, el esfuerzo y la cultura del trabajo hicieron grande a este país” y planteó que “tenemos el desafío de reconstruir la gran clase media argentina y darle a nuestro pueblo un gobierno que los acompañe para salir adelante”.
El intendente porteño y precandidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, manifestó a su vez que “en nuestro país, trabajar fue siempre la manera de salir adelante. Hoy no alcanza y eso está mal. Lo vamos a cambiar juntos”. Además, la diputada porteña María Eugenia Vidal señaló que van a “volver a hacer que el esfuerzo de todos los días valga la pena para quienes apuestan a dar trabajo en tiempos tan difíciles, a los que se levantan todos los días para darles a sus familias lo mejor que pueden, a los tienen miedo de esperar el colectivo para ir a trabajar”.
Con la misma tónica, el jefe del bloque de diputados PRO Cristian Ritondo, sostuvo que “el Día del Trabajador en la Argentina kirchnerista es imposible de celebrar porque vivimos en un país donde los laburantes son cada vez más pobres y los responsables de esta miseria cada vez más ricos. Este 2023 se les termina la joda”, completó.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT), los movimientos sociales y los partidos de izquierda realizaron actos masivos por la fecha con reclamos por la inflación y la crisis económica, además de repudiar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La CGT lanza un nuevo llamado de alerta
En el nuevo documento que difundirá en las próximas horas, la CGT dará un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el FMI y reclamará un acuerdo político, económico y social para fijar 10 políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”.
A la vez, hará una advertencia sobre el crecimiento electoral de Javier Milei: “El descontento es el terreno fértil para la aparición de emergentes antisistema, que pretenden capitalizarlo poniendo en riesgo la vigencia de un sistema democrático pleno”, asevera el texto que será leído durante el acto que la CGT realizará hoy, a las 15, en la cancha de Defensores de Belgrano.
Reclaman por los índices de empleo informal
El dirigente del Movimiento Evita y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico, reveló que tan solo 9.000.000 de un total de 24.000.000 de trabajadores se encuentran registrados y reclamó medidas para el sector informal.
“No se ha avanzado en generar derechos al trabajador de la economía popular”, expresó Pérsico, quien aseguró que los trabajadores de la economía popular no fueron registrados como esperaba a través del monotributo social.
Por su parte, un estudio de Oxfam Intermón publicado ayer indicó que el salario mínimo en Argentina cayó el 2,7 % en términos reales en 2022, el equivalente a 3,1 días de trabajo.