Marcha atrás con algunos cambios en cultura

El Gobierno dio marcha atrás con el cierre del Fondo Nacional de las Artes. Además se mantiene la asignación específica de fondos para el INCAA y solo restringirá los gastos del INAMU y la CONABIP para que no superen el 20% de sus ingresos

Marcha atrás con algunos cambios en cultura

El Gobierno dio marcha atrás con el cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y dispuso una reducción de las modificaciones del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) contenidas en la Ley ómnibus, tras la fuerte presión que ejercieron colectivos de artistas en todo el país.

“Se rediseñó el capítulo de cultura, protegiendo los recursos del sector, pero preservando el objetivo de que los gastos administrativos no sean una carga excesiva y con rediseños institucionales en la propuesta de modernización del FNA (cuyo cierre ya no se propicia) e Incaa”, expresa el documento elaborado por el Gobierno con los cambios propuestos en el proyecto de ley, luego del repudio generalizado y unánime de todos los colectivos artísticos y culturales de la Argentina.

En el caso del Incaa, los cambios reducen las modificaciones introducidas en un principio, manteniendo la asignación específica de fondos para el instituto y conservando los alcances del Fondo de Fomento Cinematográfico. En cuanto al FNA, “en la versión actual no se propicia su cierre, sino que se exploran mecanismos para que su ecuación económica sea más favorable a la comunidad artística. Así se determina que los directores deberán ser ad-honorem y que los gastos no pueden representar más del 20% de sus ingresos”, señalaron desde el Gobierno.

Con relación al Instituto Nacional de la Música (Inamu) y a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), la modificación dispone que no superen el 20% de sus ingresos. A su vez, las funciones del Instituto del Teatro serán absorbidas por la Secretaría de Cultura, lo que igualmente implica que quedará a merced de los vaivenes políticos.

Todos los puntos relacionados con las artes de ley ómnibus habían generado un repudio masivo de los distintos ámbitos de la cultura, que se hicieron oír en redes sociales, en masivas marchas e incluso con exposiciones en el plenario de comisiones de Diputados. El propio presidente Javier Milei protagonizó de hecho en las últimas horas una polémica con el célebre actor Adrián Suar, quien había salido a repudiar el desfinanciamiento de entes de la cultura, en especial del Incaa.

“No podes mentirle a la gente, él esta haciendo la defensa de un privilegio, en eso no están los desnutridos o los pobres”, se quejó Milei, quien argumentó que “no hay plata, entonces tengo que elegir donde va la plata, o sea financiar películas que no ve nadie y solventar a actores o poner esa plata para la gente”. El argumento resulta falaz, ya que el Incaa se autofinancia principalmente con un impuesto que se cobra a las entradas de los cines y a los canales de televisión, por tanto no impacta en el Presupuesto general de la Nación.

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