El resonante triunfo de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires, con más de 13 puntos de diferencia sobre La Libertad Avanza, generó repercusiones más allá del plano político. Uno de los ecos más estridentes provino del desarrollista Lucas Salim, que estalló en X con una serie de mensajes cargados de insultos contra los votantes bonaerenses.
“El conurbano bonaerense es una cloaca en todo sentido, hoy gana la casta, los medios, los curros y el choreo”, escribió el empresario, acusando a los ciudadanos de la provincia de “burros” y “brutos” por apoyar al kirchnerismo. En otro pasaje, redobló la apuesta: “Le deseo a los bonaerenses 25% de inflación, desabastecimiento y más desnutrición infantil así la próxima aprenden a votar”.
Las declaraciones rápidamente se viralizaron, generando un intenso debate. Mientras algunos usuarios libertarios avalaron sus dichos como una radiografía cruda de la cultura política del conurbano, para otros sus palabras expresan un desprecio elitista hacia millones de ciudadanos que enfrentan una situación social y económica crítica.
El revuelo se produce en un contexto electoral que volvió a ratificar la centralidad de la provincia de Buenos Aires como distrito decisivo en cualquier proyecto de poder nacional. Con 14 millones de votantes, el mapa bonaerense se pintó mayormente de celeste, con un arrasador desempeño kirchnerista en la Primera y Tercera sección electoral.
La reacción de Salim, uno de los desarrollistas más reconocidos del país, abre así un nuevo frente de tensión entre el mundo empresario y la política, justo cuando el Gobierno libertario buscaba recomponer puentes tras una derrota contundente en el mayor distrito del país.
Milei admitió una «clara derrota» política pero ratificó el rumbo económico