El presidente electo Javier Milei inició anoche un viaje relámpago a Estados Unidos para protagonizar una gira que incluye New York y Washington, adonde cumplirá una apretada agenda antes de asumir como jefe de Estado.
En un fuerte gesto político, Milei sumó a quien sería su futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, a la comitiva que además integran Karina Milei, Nicolás Posse y Santiago Caputo, sus principales consejeros, y Gerardo Werthein, quien sería embajador argentino ante la Casa Blanca.
A su llegada, el futuro jefe de Estado y sus acompañantes serán custodiados por el Servicio Secreto estadounidense y además de las actividades en Nueva York tendrá reuniones con funcionarios del presidente Joe Biden en la Casa Blanca y con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI). Como ya se sabe, Caputo se transformó en la piedra angular del programa de gobierno de Milei al punto que obligó al desplazamiento de Emilio Ocampo -principal ideólogo de la dolarización de la economía- de la futura presidencia del Banco Central.
El propio Caputo mantuvo el viernes un encuentro con banqueros para avanzar con una salida para el enorme volumen de deuda en Letras de Liquidez (Leliqs) que tiene el Banco Central -que ya suman unos 23 billones de pesos- donde presentó el futuro plan de Gobierno de Milei y dijo que no comparte el cierre del Banco Central ni la dolarización.
“No va a haber sorpresas, el ancla del programa es fiscal”, aseguró allí el ex ministro de Finanzas de Mauricio Macri en la gestión de Cambiemos. Ahora, Caputo mantendrá en la gira su propia agenda paralela con inversores y banqueros de Wall Street en busca de dólares. Por su parte, antes de viajar, Milei mantuvo una conversación el sábado con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
“El Fondo se mostró colaborativo para encontrar las soluciones estructurales que la Argentina necesita”, aseguró el mandatario electo. En las próximas horas comenzará a ver la realidad en primera persona. Por lo demás, Milei coronará una visita personal a New York para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como “el rebe de Lubavitch” y considerado milagroso.