El juez federal Daniel Rafecas ordenó hoy la captura internacional de cuatro ciudadanos libaneses que estarían en Paraguay, como sospechosos de haber sido «partícipes secundarios» en la causa que investiga el atentado a la AMIA, confirmaron fuentes judiciales.
Se trata de un pedido de la Unidad Fiscal que investiga el atentado del 18 de julio de 1994 y que se refiere a cuatro sospechosos como supuestos partícipes secundarios, quienes residirían en Paraguay.
Los pedidos de captura fueron hechos por la fiscalía en noviembre del año pasado y ahora el magistrado a cargo del caso las ordenó y libró oficio a Interpol.
Según explicaron fuentes de la causa, serían personas que pudieron haber «cooperado y/o facilitado» distintas cuestiones a los organizadores del atentado en los meses previos, explicaron las fuentes.
La UFI AMIA a cargo del fiscal Sebastián Basso pidió las capturas a raíz de prueba llegada desde el exterior en los últimos tres años.
Uno de los pedidos de captura se firmó contra José El Reda, un ciudadano que también tiene orden de captura por el atentado a la Embajada de Israel en 1992.
«Sobre dichas personas, existen fundadas sospechas de que resultan colaboradores u agentes operativos» del brazo armado de Hezbollah, fundamentó el magistrado en la orden de captura a la que tuvo acceso Télam.
Para el juez, se encuentra configurado el estado de sospecha previsto en el artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación para escuchar a los cuatro imputados en declaración indagatoria.
Se trata de Hussein Mounir Mouzannar, Alí Hussein Abdallah, Abdallah Salman y Farouk Abdul Hay Omairi.
Rafecas dispuso la captura nacional e internacional «por haberse considerado suficientemente acreditada su pertenencia y/o cooperación con la banda criminal denominada ‘brazo armado’ del Hezbollah»
Rafecas pidió la detención para luego «peticionar la extradición con el objeto de someter a proceso a los requeridos, quienes han sido convocados a ejercer su derecho de defensa y prestar declaración».
El atentado a la AMIA ocurrió el 18 de julio de 1994 en Pasteur 633, del barrio porteño de Once y causó la muerte de 85 personas.