Reunión «antigrieta»: Schiaretti, Morales, Monzó, Urtubey y Randazzo, juntos en una cena

Si bien aclararon que está lejos de ser un eventual armado electoral, la reunión envía un fuerte mensaje a los sectores más duros de la oposición, que rechazan cualquier tipo de diálogo con el oficialismo y otros espacios

Reunión "antigrieta": Schiaretti, Morales, Monzó, Urtubey y Randazzo, juntos en una cena

Referentes de la oposición peronista, radical y de otros orígenes se reunieron sorpresivamente para compartir una cena y echar a rodar ideas sobre posibles armados «antigrieta» entre dirigentes con posiciones dialoguistas. El encuentro tuvo lugar en la localidad bonaerense de San Isidro, en la casa del ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey.

Allí estuvieron, además del anfitrión, el gobernador Juan Schiaretti, y el mandatario de Jujuy, Gerardo Morales, además de los diputados nacionales Florencio Randazzo, Graciela Camaño, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, el radical Ángel Rozas y el intendente de Rosario, Pablo Javkin. Según fuentes cercanas a los asistentes, la cena tuvo como eje poder conversar sobre la situación del país en una mesa con otros dirigentes que se consideran «fuera de la grieta». En ese marco, los participantes coincidieron en que la Argentina necesita construir consensos para salir adelante en medio de la crisis económica que atraviesa.

A la vez, los dirigentes opositores hablaron de la posibilidad de avanzar en el plano legislativo en reformas necesarias en una lista de temas centrales, ante la necesidad de poder sortear la extrema polarización que experimenta el Congreso nacional en ambas Cámaras.

La idea va en línea con la propuesta que impulsa el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que plantea que hay que reunirse con la oposición para poder entablar políticas que excedan un Gobierno en cinco o diez temas principales para el país.

Tras comer un asado, los dirigentes que participaron en la cena que se extendió por casi cuatro horas el miércoles por la noche quedaron en volver a juntarse. Si bien aclararon que está lejos de ser un eventual armado electoral, la reunión envía un fuerte mensaje a los sectores más duros de la oposición, que rechazan cualquier tipo de diálogo con el oficialismo y otros espacios.

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