Tras la aprobación en la Cámara de Diputados de la nación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y en las puertas del inicio del debate en el Senado, el gobernador Juan Schiaretti vuelve de lleno a ocuparse del camino rumbo a las elecciones del 2023, tanto a nivel nacional, como provincial.
El apoyo al acuerdo con el FMI de los diputados Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca y Natalia de la Sota, que responden al Gobernador, y el respaldo de la Senadora Alejandra Vigo para la aprobación del proyecto, dejaron a Schiaretti posicionado como un representante “dialoguista”, que colaboró, en un contexto de polarización, para evitar un posible default de Argentina.
Con ese rótulo de dialoguista, los próximos meses encontrarán al Gobernador con más contactos con el resto de sus pares y analizando las fricciones entre las coaliciones.
En la provincia, en tanto, el PJ Cordobés sabe que debe sostener los dos discursos que le permitieron la mayoría de las victorias electorales. El primero tiene que ver con la consolidación de antikirchnerismo como bandera del schiarettismo. En tanto, el otro refiere al sello de origen del “cordobesismo”.
La dialéctica opuesta a lo que representa el kirchnerismo ya está más que instalada desde finales del año pasado. En especial, desde que los legisladores por Córdoba en el Congreso Nacional no votaron el Presupuesto 2022 a Alberto Fernández.
Además, la relación con el presidente Alberto Fernández se mantiene solamente por la vía institucional, mientras que con Sergio Massa y Cristina Kirchner ya no existen puntos de encuentro desde hace años.
Asimismo, el gobernador Juan Schiaretti y sus ministros no pierden oportunidad para hablar, por ejemplo, de la disparidad de subsidios entre el Amba y el interior, de las retenciones y de la discrecionalidad en los envíos en forma de aportes del tesoro nacional (ATN).
Con respecto al segundo eje discursivo, el PJ cordobés lo sostiene sobre obras -particularmente viales-a inaugurar en tiempos próximos a las elecciones de año próximo. Además, busca consolidar la idea de los grandes beneficios que se obtienen del trabajo mancomunado entre la Provincia y la Municipalidad capitalina, donde anida el 40% del electorado.
Todos los días, casi sin excepción, se presentan en sociedad nuevos proyectos, licitaciones, adjudicaciones o “recorridas” por obras. Los plazos de ejecución de los trabajos públicos de mediana y gran envergadura van de seis a 18 meses, es decir, con cortes de cinta pautados (si se cumple con los tiempos) para el final de este año y el primer semestre de 2023.
De este modo, Schiaretti se asegura de mostrar el funcionamiento del cordobesismo en la ciudad del intendente Martín Llaryora.