Daniel Passerini asumió su cargo como intendente de la ciudad de Córdoba el pasado sábado y anticipó lo que viene para la capital de la provincia. El nuevo mandatario se convirtió en el primer peronista en suceder a otro al frente de este municipio. En ese marco, Passerini se diferenció de las políticas que impulsará el nuevo presidente Javier Milei y que apuntan a pasar una “motosierra” al estado.
En su primer discurso se enfocó en subrayar a la democracia como método y se posicionó en defensa de la salud pública y la educación gratuita y de calidad. Y en esa misma línea indicó: “En un momento muy complejo, donde Argentina está llena de incertidumbre, desde aquí decimos que vamos a construir certezas”. Más adelante, reforzó el posicionamiento para con el gobierno nacional y expresó: “Ante las consecuencias sociales, vamos a tender puentes y construir mecanismos para que ningún cordobés sufra el flagelo de políticas nacionales”.
En los anuncios de gestión, el mandatario reiteró que se va a crear en la órbita municipal “un área de seguridad y convivencia” que estará a cargo de una guardia ciudadana”. Y también dijo que de manera subsidiaria a las políticas de seguridad, la problemática de las personas que consumen drogas en Córdoba será tratada desde una perspectiva médica, no criminal.
Allí precisó que su gestión tendrá tres pilares: conectar, integrar y humanizar. Prometiendo “un estado presente y una comunidad organizada” para “generar empatía en un momento tan difícil y construir mejores consensos (…) en una ciudad que quiere crecer en libertad”. En la misma línea, dijo que su gestión tendrá como pilar “humanizar” el diseño de políticas públicas “validadas por las universidades” y “centradas en las personas”.
De esta manera, terminó por diferenciarse de las propuestas del presidente cuando aseguró: “Vamos a luchar para garantizar el derecho a la educación pública de calidad, a la salud pública de calidad. No podemos poner en duda que salud y educación públicas son innegociables”.
Definió al cura Oberlin como un héroe de Córdoba
En el discurso de su asunción, el intendente Daniel Passerini, mencionó primero en sus agradecimientos a Alejandra Vigo, quien es el hilo conductor de decenas de funcionarios estratégicos para la próxima gestión.
Asimismo, reconoció y rindió un homenaje especial a su mentor, José Manuel de la Sota, frente a Natalia, la hija del fallecido exgobernador, sentada en primera fila. Tampoco faltó el saludo a Juan Schiaretti y al nuevo gobernador de Córdoba Martín Llaryora.
“Con Martín representamos a una generación que es la primera promoción de una gran escuela de formación política que inició De la Sota y continuó mi querido Juan Schiaretti”, dijo el nuevo intendente.
“La ciudad está mucho mejor y faltan muchas cosas que vamos a hacer juntos, pero quiso Dios que el lugar donde tenga que jurar como intendente sea uno de los símbolos de esa recuperación”, expresó al referirse a la recuperación del Teatro Comedia.
Por último, finalizó con un saludo para el cura Mariano Oberlin, a quien llamó un “héroe de Córdoba”. Esto porque Passerini tiene un consultorio en la obra de Oberlin, donde atiende habitualmente los lunes, en el marco de una frágil situación social de una comunidad atravesada por el consumo problemático de drogas.