Cómo hacer para que los niños sean más activos y coman mejor durante el verano

Con el receso escolar, se vuelve un desafío alejarlos un poco de las pantallas, promover las rutinas veraniegas y que las mismas sean saludables.

Cómo hacer para que los niños sean más activos y coman mejor durante el verano

El tiempo al aire libre es importante en el verano.

Los niños pueden pasar horas frente a la tablet o el celular de los adultos mirando videos o tienen jornadas de trasnoche jugando en línea con ciberamigos y desconocidos, se despiertan recién para almorzar y después están toda la tarde echados en el sillón, una actualidad diferente a cuando iban a las colonias de verano o pasaban las tardes en una plaza o hacían juntadas con amigos al aire libre.

El inicio de las vacaciones de verano de los más chicos representa desafíos para conservar rutinas, afianzar o desarrollar patrones de alimentación, promover vida al aire libre y reducir el tiempo de exposición a las pantallas. Sobre este tema reflexionaron expertos de PROFENI (Profesionales Expertos en Nutrición Infantil) y compartieron una serie de recomendaciones respaldadas en evidencia científica.

Los consejos que elaboraron están pensados para orientar tanto a los padres como a quienes trabajan con niños, destacando que la construcción de hábitos no solo se centra en la alimentación, sino también en actividades cotidianas que influyen en el bienestar general:

La alimentación en la infancia tiene que priorizar alimentos de alta densidad nutricional e incluir variedad de frutas y verduras, legumbres, carnes magras (vaca, cerdo y pescado), lácteos (priorizando los fermentados, como el yogur, que es un alimento vivo que aporta microorganismos, además de calcio, vitamina D y proteínas), cereales enteros o integrales, bebidas sin azúcar – preferentemente agua- y dejar para ocasiones especiales aquellas opciones elevadas en nutrientes críticos (sodio, azúcar y grasas saturadas), como golosinas, helados  o galletitas dulces.

El Dr. Omar Tabacco, integrante de PROFENI y expresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, puntualizó que «en todas las etapas de la vida comer sano es clave para cuidar la salud, pero en la infancia están sentándose las bases para la salud futura, por lo que el aporte adecuado de nutrientes es vital y puede contribuir significativamente a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en el futuro».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos una hora diaria de actividad física para niños, niñas y adolescentes.

«La vida activa favorece a todo el cuerpo desde una mirada integral; infancias activas promueven salud, fortalecen el crecimiento, el desarrollo y cultivan el bienestar integral», reconocen desde PROFENI.

La vida activa y la alimentación saludable van de la mano. Hay estudios que asocian la ingesta de alimentos como el yogur con patrones de vida más saludables, incluyendo alimentación, pero también un incremento de la vida activa y una consecuente reducción de la exposición a pantallas.

Recomendaciones para familias y educadores:

Salir de la versión móvil