El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Se encarga, entre otros aspectos, de la regulación de la mayoría de los niveles de sustancias químicas de la sangre y secreta bilis, sustancia que ayuda a transportar los desechos.
De hecho, toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado. El hígado procesa esta sangre y separa sus componentes, los equilibra y crea los nutrientes. De esta manera, su alta importancia para el organismo, es indispensable su cuidado a diario. Aquí algunos alimentos que ayudan a cuidar el hígado.
Espárragos
El espárrago verde tiene un alto contenido en proteínas, glúcidos, minerales y vitaminas, entre ellas la vitamina A y la vitamina C. Se ha determinado que el espárrago verde contiene el doble de vitamina C que el espárrago blanco. Entre los minerales contiene sulfato de potasio, calcio y magnesio junto a cantidades moderadas de hierro y zinc.
En este marco, los científicos descubrieron que el espárrago potenciaba la acción de enzimas que pertenecen al sistema antioxidante hepático como la superoxido-dismutasa, la catalasa o la glutation-peroxidasa.
Todas ellas son enzimas que protegen al hígado de tóxicos y que interesa que existan en niveles altos. En especial comprobaron que este efecto fue debido principalmente a la fracción de compuestos fenólicos y flavonoides presentes en el espárrago, resultados que se publicaron en la revista International Journal of Molecular Sciences.
Brócoli
Se destaca su contenido en vitamina A (en forma de beta-carotenos) y vitamina C, reconocidas por su acción antioxidante y protectora para la salud. Además, contiene buenos niveles de ácido fólico.
El componente mayoritario de esta verdura es el agua, por lo que su valor calórico es muy bajo. De su contenido mineral sobresale el potasio y el hierro, pero también cuenta con cantidades significativas de calcio, magnesio, zinc y yodo.
Por otra parte, un estudio publicado en la revista Hepatology encontró que un compuesto natural conocido como “Indol” que se encuentra en las bacterias intestinales y en muchas verduras como brócoli, coliflores y coles de Bruselas, puede utilizarse para combatir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).
El EHGNA se produce cuando el hígado tiene mucha grasa, a veces debido a una nutrición poco saludable, como la ingesta excesiva de grasas saturadas. Si no se trata adecuadamente, esta condición puede conducir a una enfermedad hepática que ponga en peligro la vida, incluyendo cirrosis o cáncer de hígado.
Alcachofa
Aporta cierta cantidad de proteínas, fibra, fósforo, potasio, esteroles y cinarina. Esta planta apoya los procesos de digestión y depuración.
De esta manera, la cinarina es el responsable del sabor ligeramente amargo de la alcachofa, compuesto que estimula la secreción de bilis, lo que mejora las digestiones y descongestiona el hígado
Esta verdura también contribuye a reducir los niveles de colesterol debido a su riqueza de fibra. Por ello, se cree que las alcachofas benefician a las personas que padecen enfermedades funcionales y orgánicas del hígado, vesícula biliar y vías biliares, así como en los trastornos digestivos.
Cúrcuma
Contiene fibra, proteínas, niacina, vitaminas C, E y K, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. Además, el resto de sus componentes hepatoprotectores sirven como coadyuvantes para eliminar piedras en la vesícula biliar y favorecer el drenaje hepático.
Un estudio señala que la cúrcuma aumenta la función inmune del organismo debido a que aporta antioxidantes, tiene propiedades antivirales, antiinflamatorias y antibacterianas. Es por esto que la cúrcurma puede regular las células y hacerlas fuertes frente a enfermedades como el cáncer, el alzhéimer e incluso prevenir problemas cardiovasculares.
La Escuela de Medicina de Corea del Sur también respalda la efectividad de la cúrcuma a través de una prueba en la que los científicos encontraron que este té puede proteger al hígado de lesiones hepáticas, esto es gracias a los antioxidantes que aporta la cúrcuma.
Garbanzos
Estos granos contienen aminoácidos los cuales son imprescindibles para generar enzimas, pequeñas moléculas orgánicas que intervienen en el proceso metabólico y terminan por colaborar con la limpieza hepática.
Además, los garbanzos ayudan a regular la presión arterial debido a su baja cantidad de sodio, también son ricos en fibra e isoflavonas, ambos colaboradores eficientes para la disminución del colesterol.
Manzana
Gracias a su alto contenido en fibra, la manzana también es una gran aliada a la hora de cuidar el hígado.
Además, las manzanas contienen un flavonoide llamado phlorzidin que ayuda al hígado a producir bilis, encargado de expulsar directamente las toxinas del cuerpo.
La mayoría de dietas de limpieza de hígado o desintoxicación del hígado utilizan manzanas y, en especial, zumo vivo de manzana, como ingrediente principal. Facilitando la limpieza del hígado, estamos ayudando a nuestro cuerpo a deshacerse por si mismo de toxinas dañinas potenciales.
Cabe tener en cuenta que las manzanas verdes son particularmente ricas en ácido málico, que facilita la limpieza del hígado y su desintoxicación.
Limón
El limón es una de las frutas más ricas en vitaminas y minerales, y sobre todo, en antioxidantes que favorecen, no solo la desintoxicación del hígado sino también, la regeneración del mismo.
Según un estudio, gracias a su alto contenido en antioxidantes y la acción alcalina del limón, logrará depurar al hígado. A su vez, le permitirá producir células nuevas y sanas.
Así también, al ser una de las frutas más ricas en vitaminas y minerales, resulta muy adecuada para complementar el tratamiento de un hígado con déficit vitamínico acusado.
Jengibre
Esta raíz aromática ha sido utilizada como un tónico de salud por siglos. Contiene enzimas antioxidantes y antiinflamatorias que protegen al hígado de enfermedades como la fibrosis. También estimula la circulación y ayuda en la eliminación de toxinas del hígado y otros órganos. Puedes consumirlo en té, rallarlo para añadir a las vinagretas o cocinar con polvo de jengibre.
Toronja
Este cítrico es rico en vitaminas y antioxidante pero también contiene una sustancia llamada glutatión que produce enzimas para purificar el hígado. Además contiene un tipo de pectina que ayuda a reducir el colesterol. Así que podrías considerar incluirla en tu dieta.
Pepino
Esta fruta colabora con el proceso de excreción, expulsión del organismo de sustancias tóxicas. Además, junto con ello funciona como laxante y es bajo en calorías.
¿Cuáles son los jugos más adecuados para cuidar el hígado?
Los alimentos antes mencionados se pueden consumir en ensaladas, jugos o solos. Pero así también, existen algunas frutas con las que se pueden preparar bebidas para depurar el hígado.
Jugo de uva
Fruta excelente para obtener antioxidantes beneficiosos para nuestro organismo. Esta bebida contiene altos niveles de vitamina C, ácido fólico, hierro, potasio y calcio, y antioxidantes que el cuerpo convierte en vitamina A. Debido a esto, el juego de uva ayuda a reducir la inflamación y a prevenir el daño hepático.
Jugo remolacha
Uno de los vegetales más recomendados para los pacientes con enfermedades hepáticas. Su presentación en jugo es una de las mejores bebidas para limpiar el hígado, gracias a que es una excelente fuente de antioxidantes como la betalaína, que reduce la inflamación. Además, protege al hígado de desarrollar síndrome hepatopulmonar, muy común en pacientes de cirrosis hepática.
Batidos verdes
Estas bebidas son efectivas para limpiar el hígado, puesto que mantienen los nutrientes de los vegetales que se añaden y representan una forma sencilla y práctica de aumentar la ingesta de vegetales en la dieta de las personas.
Entre los ingredientes más comunes para estos jugos se encuentran: el betabel, la zanahoria, el aguacate, la col rizada, la espirulina y diversas frutas, frescas o congeladas.