Especialistas señalaron que una alimentación saludable que aporte nutrientes esenciales, y la eliminación de azúcares, sodio y alcohol ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV), en el 48° Congreso Argentino de Cardiología (SAC22) que se desarrolló la semana pasada en el predio de la Rural, en el barrio porteño de Palermo.
Judith Zilberman, coordinadora del Servicio de Hipertensión Arterial del Hospital Cosme Argerich de la Ciudad de Buenos Aires, indicó que la «dieta promedio de los argentinos es poco variada y pobre en calidad» y que el 80% de consumo energético proviene solo de 40 alimentos entre los cuales se encuentran «papa, pan y pollo», de acuerdo a datos del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (Cepea).
La cardióloga mencionó que cuando se habla de dietas a nivel cardiovascular se busca que estén bien las arterias y apuntó que las barreras para una buena alimentación «son individuales, socioculturales, de políticas gubernamentales y hasta globales».
El consumo de verduras y pescados, usar poca sal, y dejar de lado gaseosas, alimentos de altos contenidos grasos, grasas saturadas y carbohidratos colaboran a mejorar la salud cardiovascular, mientras los alimentos ricos en ácidos grasos saturados (AGS), como lácteos, chocolate amargo y carne sin procesar, no están asociados necesariamente con mayor riesgo de ECV o diabetes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de menos de 2 gramos de sodio por día. «Se asocia la ingesta de sal con una presión arterial alterada. En nuestro país y en general en el mundo, su ingesta supera los valores recomendados por las guías alimentarias y de hipertensión. En los países de más altos ingresos es donde se ve mayor ingesta de sodio por el consumo de alimentos procesados», detalló Graciela Beatriz Molinero, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
La médica indicó que «abandonar el salero de la mesa y usar sustitutos de sodio, ha demostrado que ayuda a disminuir la presión y la mortalidad».
«Por más que no le pongas sal a las comidas los alimentos envasados o enlatados disponen sodio, por lo cual la nueva Ley de Etiquetados ayudará mucho a saber qué cantidad tienen los alimentos que uno compra», destacó la especialista.
En tanto, la presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios, Susana Socolovsky, recordó que las personas deben ingerir 50 gramos de azúcares como máximo en la dieta diaria, por lo que sugirió realizar sustituciones con edulcorantes no calóricos y nutritivos. «Se usan mínimas cantidades y tienen una potencia de sabor mucho mayor que los azúcares», detalló. La especialista aclaró que los edulcorantes están aprobados por un comité internacional de expertos científicos que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y afirmó que «no hay evidencia de que puedan aumentar el riesgo de ECV».
Con respecto al alcohol, Oscar Mario Pángaro, médico cardiólogo, sostuvo que el consumo moderado de vino tinto es el que tiene mayor beneficio por contener componentes fenólicos, que son antioxidantes y que favorecen la absorción intestinal, y advirtió que cuando es excesivo está asociado a la hipertensión.
Con respecto a los ácidos grasos omega 3 que están en el atún, salmón, sardina, las semillas de lino, la chía y las nueces, la cardióloga Cecilia Paula Masiello indicó que disminuyen la presión arterial y las arritmias, por lo que favorecen la disminución de infartos y accidentes cerebro vasculares (ACV).
Sin embargo, no hay evidencia científica contundente que demuestre que la ingesta de suplementos (farmacológicos) de ácidos de omega 3 tengan beneficios sobre la salud cardiovascular, por lo que se recomienda incorporarles con las comidas, principalmente los pescados.