La organización «Paso a paso» dedicada al acompañamiento de las víctimas de violencia de género de la ciudad de San Francisco, impulsa una reforma en las leyes para que el Estado coloque tobilleras electrónicas a las personas con antecedentes relacionados a la temática.
Las tobilleras son dispositivos de geolocalización que permiten monitorear el cumplimiento de órdenes judiciales que establecen perímetros de protección.
El brutal ataque que sufrió Viviana Galarza por parte de su expareja, Fabián Pereyra, quien la apuñaló sin importar la orden de restricción que pesaba sobre él, encendió las alarmas sobre la temática de la protección de las víctimas. A partir de ello los integrantes de la agrupación «Paso a paso» de San Francisco proponen que se cambie el sistema de protección a las víctimas de este flagelo.
La referente de la organización, Silvia Windholz, le dijo al diario La Voz de San Junto que se juntan firmas para que el Estado coloque tobilleras electrónicas a las personas con antecedentes de violencia, porque «un femicida no se cura y un violento tampoco».
La maestra jardinera «Marita» Lanzetti también tenía un botón antipánico que no le fue útil para escapar de la muerte. Asimismo, Viviana Galarza venía de denunciar a su ex marido cuando fue atacada con brutalidad, y sobre Pereyra regía una medida judicial que le impedía acercarse.
«Creemos que como medida preventiva deben ponérselas a las personas denunciadas por violencia pulseras electrónicas, que entendemos son parte de un sistema caro pero siempre será mejor que un subsidio por cada hijo que quedó solo porque su mamá fue víctima de un femicidio», concluyó Silvia.