El Ministerio de Ciencia y Tecnología presentará hoy el financiamiento de más de 300 proyectos de investigación, innovación, transferencia y desarrollo científico-técnológico que han sido beneficiados durante 2018. En ese marco, ayer desde el ministerio que dirige Walter Robledo destacaron algunos de los programas y emprendimientos que se gestaron durante el año pasado, muchos de ellos aplicados al ámbito de la salud.
Por medio del Fondo Tecnológico de Córdoba (Fontec), que la cartera gestiona desde 2008, se destinaron recursos para apoyar iniciativas de media y alta intensidad, articuladas entre el sector productivo y el sector científico/tecnológico de la provincia, mediante aportes no reembolsables. Para ejemplificar, durante 2017 y 2018 se financiaron más de 50 proyectos cordobeses, centrados en biotecnología, diseño industrial, nanotecnología, alimentos, mecatrónica y salud. “El 30 % del total de los proyectos financiados corresponden al área de la salud”, señalaron desde el ministerio.
El 30 % de los proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia corresponden al área de la salud
Y destacaron que novedosas iniciativas se encuentran en ejecución, como ser, el desarrollo de equipamientos médicos, servicios para la prevención de patologías o el control de algunas enfermedades (diabetes, hipertensión), entre otros. “El interés del ecosistema emprendedor para desarrollar tecnologías aplicadas a la salud se ha ido incrementando, de acuerdo a los índices que se observan en las postulaciones anuales en el Fontec, en esta área”, destacaron. Un dato que no es casual, ya que Córdoba lidera en el país el sector de la industria de la salud, según la Cámara que los nuclea (Caisal).
En relación a problemas de visión, se destacan proyectos que desarrollan tecnologías para personas con disminución visual y ceguera, problemática presente en más de un 4 % de la población latinoamericana, según los últimos censos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aparecen así aplicaciones móviles sincronizadas con servicios GPS, gafas para la detección de obstáculos, entre otros.
Proyectos basados en un nuevo paradigma de la autonomía personal en materia de discapacidad y que ponen el acento en el entorno de cada individuo como problema a resolver. Distinto al viejo paradigma, el cual pretende que los usuarios se adapten a los productos y “soluciones” que fueron ideadas por otros.