Merdardo Avila Vázquez, el médico que denunció haber sido despedido de la Clínica Caraffa tras 18 años de servicio por haberle comprado un remedio a un niño de dos años con leucemia, señaló esta mañana que lo que hizo no fue caridad”, como le endilgaron los dueños, sino brindar salud”.
Era una situación muy desgarradora. Este niño llegó la semana pasada con su abuelo desde Villa de María de Río Seco. Ambos llegaron con lo puesto”, expresó.
Es una familia de escasos recursos, que se dedica a recoger leña en el norte provincial. Muy humildes todos. El niño se dio con que estaba a 300 kilómetros de su casa, en plena pandemia, con su mamá internada en Deán Funes, luego de haber dado a luz”, continuó el facultativo, quien relató que hubo que hacerle muchos estudios para dar con el diagnóstico.
Las enfermeras le trajeron ropa de sus hijos, le conseguimos también al abuelo. No hicimos caridad, sino brindar salud”, expresó el reconocido pediatra, quien es un referente en la lucha contra las fumigaciones con agrotóxicos.
El lunes, después de comprar el remedio que necesitábamos, llamaron muy enojados desde la clínica para reprocharme esta situación. La relación con los dueños venía mal desde que se hizo cargo un grupo de personas que sigue los criterios de marketing neoliberal y sanitarios”, sostuvo Vázquez, que finalmente fue despedido luego de 18 años de servicio.
Tras el episodio, la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), delegación Córdoba, expresó el repudio a la situación al sostener que Vázquez trabajó durante 18 años en negro, sin aportes, sin obra social, sin registro, y hoy sin piedad le piden la renuncia por disposición de la administración de la institución por atender a un niño con leucemia, demostrando una vez más que los médicos no somos más que peones en un sistema perverso que ve a la salud como mercancía y no como derecho”.