La Justicia consideró que una joven fue víctima de violencia obstétrica

Ahora la clínica deberá protocolos para que las mujeres cuenten con información sobre sus derechos antes, durante y después del parto

La Justicia consideró que una joven fue víctima de violencia obstétrica

El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° Nominación de la ciudad de Córdoba consideró que una joven madre fue víctima de violencia obstétrica, física y psicológica, cuando dio a luz a su hija, ya sin vida, en la «Clínica Del Sol» de la capital provincial.

Por este motivo, la jueza Mariana Wallace instó a las autoridades del nosocomio para que en 30 días presenten un protocolo de capacitación en la temática destinado tanto a los profesionales de la salud como al personal administrativo. Además, solicitó que se realice un protocolo de expedición de certificado de defunción fetal y un protocolo que garantice a las mujeres contar con la información necesaria respecto de los derechos que le asisten antes, durante y con posterioridad al parto, con o sin vida, incluso tratándose de abortos. Toda esta información deberá ser publicada en la página web del nosocomio así como en lugares visibles como son salas de espera y barandillas.

El tribunal concluyó que, durante el parto, la mujer no fue debidamente informada sobre su situación de salud ni respecto a quién fue el profesional que la asistió. Al respecto, la jueza explicó que la ley establece determinados derechos para tener un parto digno, como «por ejemplo la información, la contención, estar acompañadas por una persona de su confianza, ser informada de cuales son las alternativas que tiene para optar en una situación de estas características».

En esta caso, Wallece aseguró: «Del expediente no surge que se hayan respetado esos derechos que le corresponden a la señora». 

Además, la magistrada comentó que la denunciante no sabía quien la estaba atendiendo en este proceso tan traumático. Sobre esto, comentó: «No puede haber parto humanizado si yo no conozco al que tengo al frente. Nacimiento con vida, nacimiento sin vida, incluso una práctica de interrupción del embarazo, exigen saber quien la está tratando, estar acompañada, que le informen cual es su situación médica, mínimo». 

Por estos motivos, la jueza considera que la joven «transitó en la clínica un proceso de parto en las antípodas del parto humanizado, se le proporcionó un parto deshumanizado y deshumanizante. El comportamiento de la clínica con posterioridad a tal evento, que gira en torno a la entrega de los restos del alumbramiento sin vida y la documentación correspondiente, fue cuando menos negligente y cruel». 

Por otra parte, el tribunal señaló que como consecuencia del parto ocurrido en 2016 la damnificada todavía no puede afrontar la hipótesis de proyectarse en una futura maternidad y vincula tal imposibilidad al trauma que se le generó. Por esta razón, la jueza dispuso que el nosocomio deberá costear un tratamiento psicológico para la mujer que le permita sobrellevar lo vivenciado.

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