La polémica por la suspensión de las clases presenciales durante 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) sigue sumando voces. Recientemente, la Sociedad Argentina de Pediatría (Sap) indicó que si bien el colegio es un espacio indispensable para el desarrollo y bienestar de niños, niñas y adolescentes”, cuando el riesgo epidemiológico de circulación del Covid-19 es muy alto las clases en las aulas deben suspenderse por un corto plazo y en un lugar focalizado.
Héctor Pedicino, presidente de la Sap filial Córdoba, sostuvo que la discusión no debe ser si estamos de acuerdo o no con la presencialidad, sino en qué momento las permitimos y cuándo las limitamos”. Por esto, valoró la autonomía de los gobiernos locales para decidir la suspensión de clases o no, ya que ésa debe ser focalizada en localidades o regiones con alta circulación viral y por un corto período de tiempo, reveló en un informe la periodista Natalia Lazzarini. Pedicino también informó que en Córdoba las burbujas funcionaron bien y que prácticamente no hay circulación del virus dentro de los colegios.
Sin embargo, las cifras del Ministerio de Salud provincial indican que los contagios en niños y adolescentes aumentaron a una velocidad mayor que entre los adultos en las últimas cuatro semanas. Así es que en la semana del 14 al 20 de marzo, los contagios de menores de 19 años fueron 642, mientras que en los días del 4 al 10 de abril se contabilizaron 1.558. Estos aumentaron un 142%. En ese mismo período, el contagio entre los adultos se incrementó un 130%. Asimismo, el subgrupo de los adolescentes en edades de asistir al secundario es el que presentó, en las últimas cuatro semanas, un mayor crecimiento de las infecciones: 184%.