La lluvia provocó desbordes en la zona del colapso cloacal

Habitantes de Villa Páez y Alberdi dejaron sus casas por el ingreso de aguas servidas

La lluvia provocó desbordes en la zona del colapso cloacal

El derrame cloacal en la zona de los barrios Alberdi y Villa Páez mostró ayer un nuevo episodio dramático luego de que la lluvia que se registró durante la noche del domingo agravara el panorama con nuevos desbordes. Esta situación se vivió sobre la calle Justo Páez Molina, donde las aguas servidas viajan hasta el río Suquía.

Con la tormenta, en algunos casos el agua subió hasta las viviendas y varias familias decidieron irse o mudarse temporalmente. Nosotros nos estamos yendo a la casa de mi suegro, ya tuve enferma a mi nena, estuvimos con fiebre, diarrea, yo tuve una descompensación y no aguantamos más”, dijo Romina, una vecina del lugar. Nos mudamos al menos por unas semanas. Es una tristeza absoluta, tengo que dejar mi casa, mis cosas, mis animales solos, molestar a las personas cuando yo tengo una casa y me tengo que ir por un tema ajeno”, agregó la mujer.

Otra vecina contó el desagradable momento que vivió durante la noche de la tormenta. Escuchamos el chaparrón y no dormimos. Automáticamente, se llena de vereda a vereda; en mi casa entra y sube cinco centímetros de agua servida”.

Por otra parte, sobre las dudas de los vecinos con respecto a la calidad del agua potable, la empresa Aguas Cordobesas ratificó que el suministro que llega a la zona cumple con todas las condiciones de potabilidad”.

Durante el fin de semana, en el avance de los trabajos de la obra en Alberdi, en calle Arturo Orgaz e Igualdad, el área de Redes Sanitarias trabajó en el cambio de un caño que había sido reparado en una situación anterior, de forma precaria, con un chapón como montura, presionado con hormigón en su parte superior. Este parche es una reparación precaria, mal hecha, se encontró a centímetros del hueco en el asfalto que semanas atrás provocó la catástrofe cloacal”, explicó el director de Redes Sanitarias, Roberto Frezzi.

El funcionario afirmó que ese chapón no puede aguantar la presión cuando el caño viene cargado, lo que ocurre al menos tres veces al día. Esta situación generó un socavamiento de la tierra por desborde de líquidos. Frezzi también explicó que cuando se detecta un caño averiado, se lo debe sustituir, nunca parcharse. Y recordó una situación similar ocurrida en Villa Cabrera, cuando un colectivo se hundió en el asfalto. Al comprobarse el estado de ese caño, se procedió a su reemplazo de casi 500 metros de cañería, no se puso un parche”, remarcó.

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