En el Valle de Paravachasca crece la preocupación ante la escasez de lluvias y la disminución de los caudales en los principales ríos serranos. La situación se torna más dramática con el correr de los días y son más las comunas que se suman a las restricciones de servicio de agua de red. En Alta Gracia, se declaró ayer la emergencia hídrica en el Concejo Deliberante.
El proyecto fue presentado por el Ejecutivo municipal, previo a presentarlo a la prensa en una conferencia de última hora. Mientras tanto, el caudal del río Anisacate continúa bajando y preocupa también a las comunas que están río abajo.
Según manifestó el presidente de la cooperativa de agua de la localidad, el curso de agua bajó entre cinco y siete centímetros desde la medición del viernes hasta este martes. En tanto, en Potrero de Garay, esta semana comenzaron los cortes de agua programados en los diferentes sectores de la localidad para paliar la situación. En el Valle de Punilla la situación se repite.
El municipio de Villa Carlos Paz declaró el sábado la “alerta roja” tras la grave sequía que azota a la ciudad, provocada por la crisis hídrica. Las autoridades pidieron extremar el consumo de agua. Además, las localidades más perjudicadas son las que se encuentran al sur del Valle de Punilla, que se abastecen del río San Antonio.
Debido a que el río San Antonio no alcanza para abastecer la planta de Cuesta Blanca, la cual sirve a la zona, la Municipalidad de Villa Carlos Paz autorizó a captar agua desde Los Chorrillos. Explicaron que, si bien es “filtrada y clorada adecuadamente”, las características no son las habituales.