Darán en adopción a la bebé de una niña de 12 años que fue abusada y había pedido abortar

El proceso judicial desató una compleja disputa entre los derechos de la madre gestante y el derecho a la identidad de la niña. Los detalles de este caso sin precedentes.

Darán en adopción a la bebé de una niña de 12 años que fue abusada y había pedido abortar
El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° Nominación de la ciudad de Córdoba declaró la “adoptabilidad” de una niña que nació luego de que la persona gestante, una adolescente de 12 años, solicitó acceder a la interrupción legal del embarazo (ILE) en la semana 35 semanas, en uso del derecho que le confiere la Ley n.º 27.610.

La decisión se basa en el consentimiento informado otorgado por la adolescente para la ILE en virtud de la Ley n.º 27.610.

La jueza Mariana Wallace determinó que el consentimiento informado brindado para la interrupción del embarazo “constituye una causa de declaración judicial de adoptabilidad respecto de la niña/o que nace por la práctica”.

El caso presenta una situación inusual en la que el consentimiento informado para la interrupción del embarazo se convierte en un punto de partida para decidir sobre la adoptabilidad de la niña nacida.

La jueza sostiene en este sentido que la gestante ya ha dejado claro su deseo de no ejercer la maternidad, y llamarla al proceso de adopción sería innecesario y podría causarle daño.

Además, la jueza Mariana Wallace se apartó del procedimiento tradicional y dispuso que la gestante no fuera citada al proceso de adopción, ya que considera que el consentimiento informado habla por sí mismo de la determinación de la gestante de no asumir los cuidados del recién nacido.

Wallace también destacó la importancia del consentimiento informado como pieza fundamental para establecer la voluntad de la gestante y su reemplazo en el proceso de adopción.

Así, este caso presenta una compleja situación en la que se equilibran los derechos de la mujer gestante y los derechos de la niña nacida. La jueza tuvo en cuenta las dimensiones de género y niñez, priorizando la expansión de derechos y minimizando las restricciones necesarias.

Además, Wallace rechazó la idea de mantener a la recién nacida en una familia transitoria y ordenó su egreso del hospital directamente con los adoptantes seleccionados del Registro Único de Adoptantes.

En vista de esta situación, la jueza planteó la posibilidad de generar dos actas de nacimiento para casos similares, una que preserve los datos biológicos y otra que resguarde la identidad del nacido ante terceros.

Si bien la resolución aún no es firme, este pronunciamiento marca un hito en la intersección de los derechos de género y niñez en el contexto de la interrupción legal del embarazo.

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