El doctor Enrique Lastreto es uno de los ginecólogos y mastólogos más reconocidos de Córdoba, con una trayectoria impecable como profesional, dirigente, docente y también como comunicador mediático. Estuvo casado con la también médica Beatriz Vuarant (ya fallecida) y es padre de Bruno y Franco (ambos ginecólogos) y de Celina (bancaria). También es abuelo de cinco nietos, y según parece, algunos de ellos también futuros médicos.
HDC: ¿TE ACORDÁS ENRIQUE, CUANDO VINISTE A ESTUDIAR A CÓRDOBA?
E.L: Totalmente. De hecho, yo vine porque acá vivía mi abuelo médico, el Dr. Manduca Neirot, a diferencia de la mayoría de mis compañeros del secundario que fueron a estudiar a Corrientes, Rosario y Buenos Aires. Y recuerdo muy bien mi ingreso a Medicina de la UNC, porque en plena dictadura de Onganía, ese año habían puesto por primera vez un muy difícil y caprichoso examen para entrar, de modo que de los habituales 2.500, 3.000 aspirantes que ingresaban todos los años, sólo quedamos menos de 400. Yo entré con lo justo, pero fue una barrida fenomenal. Más allá de estas cuestiones, me acuerdo con mucho cariño de esa época y de tantos compañeros y amigos con quienes seguimos en contacto -y de hecho el año pasado celebramos los 50 años de nuestro egreso-.
HDC:¿Y SEGUÍS TRABAJANDO ACTUALMENTE?
E.L: Sí, claro. Menos que antes, pero sigo con la atención en el consultorio y también haciendo cirugías. Lo que ya no atiendo son partos, cuando en otros tiempos llegué a estar en no menos de 25 nacimientos mensuales.
HDC: ¿CÓMO ESTAS VIENDO A LA SALUD EN EL PRESENTE, EN CÓRDOBA Y EN EL PAÍS?
E.L: La veo muy mal, y desde hace mucho. Es como que hay una larga historia de progresos y retrocesos. No olvidemos que en Argentina tuvimos un gran sanitarista como Ramón Carrillo que implementó una política de atención primaria y de inclusión de mucha gente que podía concurrir a los nuevos hospitales que se construían. Carrillo sabía que las enfermedades provocadas por la pobreza requerían un sistema integrado para que salud dejara de ser “para muy pocos”. Pero bueno, después con el golpe de 1955, todo ese avance quedó casi en la nada. Años después, el Presidente Illia y su ministro Arturo Oñativia intentaron regular la producción y las patentes de los medicamentos y justamente fue esto uno de los motivos del nuevo golpe que los destituyó. Después en 1973, se implementó un programa nacional con la participación de varias provincias, pero después del golpe de 1976 quedó todo en la nada. Y ya en la nueva democracia, el presidente Alfonsín y los gobiernos nacionales y populares retomaron las políticas de fortalecimiento de la salud pública, la ampliación del programa de vacunación gratuita y también la cobertura del Pami para los abuelos. En cambio, los gobiernos de perfil liberal generalmente descuidaron y desfinanciaron los programas populares más importantes, y hasta el mantenimiento de los nosocomios estatales. Fijate nomás lo que está pasando con el vaciamiento del Garrahan, mientras el ministro Lugones se reunió el otro día con su par norteamericano Robert Kennedy, un antivacunas declarado, que impulsa políticas exclusivas en un país como Estados Unidos, que de por sí ya tiene a sesenta millones de personas al margen del sistema. Ni hablar del retiro de Argentina de la Organización Mundial de la Salud.
HDC: ¿O SEA QUE PARA USTED LA SITUACIÓN ACTUAL ES MUY PREOCUPANTE?
E.L: Sin dudas. Los recortes presupuestarios para vacunas, para salarios, para los discapacitados, para programas de enfermedades como tuberculosis, HIV, en fin… todo muy complejo. Y por supuesto esto se traduce en mucha gente que se queda sin atención, con un sistema público desbordado pero también el sector privado y con obras sociales importantes que te dan turnos a dos o tres meses. Por supuesto, todo esto se está pagando con un aumento de la morbilidad y la mortalidad. Cada día más gente, con patologías serias, no reciben atención, y me atrevo a decir a escala superior de lo que vivimos durante la pandemia. Pero además hay un incremento en la cronicidad de las enfermedades, porque sin inversión es imposible trabajar en atención primaria y en prevención. Y no me olvido de los trabajadores de la salud, que en la mayoría de los casos están mal, reciben quejas y agresiones y encima están precarizados con malos sueldos, por lo que tienen que tener más de un trabajo para subsistir. Bueno, basta ver la cantidad de médicos que se van a trabajar a otros países con mejores remuneraciones, o que trabajan en otro rubro que les permite vivir mejor.
HDC: Y CON ESTE PANORAMA…¿QUÉ PRONÓSTICO SE ANIMA A HACER?
E.L: Bueno, según los datos oficiales de nuestra provincia, en el 2024 hubo tantos muertos como en los años del Covid. Y un dato más que tiene que ver con la actual formación de profesionales: alrededor del 80% de los ingresantes a Medicina son mujeres, que habitualmente no se especializan en cardiocirugía, neonatología, neurocirugía, terapia intensiva por ejemplo, con lo que en los próximos años nos podrían faltar estos especialistas.
HDC: ¿ES VERDAD QUE ESTÁ AUMENTANDO EL NÚMEROS DE CASOS DE CÁNCER DE MAMA?
E.L: Lamentablemente sí, y el dato saliente es que el mayor incremento se está dando en mujeres menores de 50 años. Recuerdo que hace años, le prestábamos mucha atención al cáncer de cuello de útero entre los 30 y 50 años y que estábamos muy atentos a las mamografías después de los 50 años. Bueno, esto ha cambiado y vemos cánceres de mamas y de cuellos de útero en diferentes edades. Y más allá de los métodos de detección más precisos y precoces, lo que se puede apreciar es que los hábitos de vida tienen una alta incidencia en la aparición de estas y otras neoplasias. Está absolutamente demostrado que el consumo de muchos alimentos procesados, la obesidad, el sedentarismo, el ser madres después de los 30 años, el no amamantar, los tratamientos hormonales, la ingesta de alcohol, tabaco, entre otros, son factores de riesgo que predisponen inevitablemente a la aparición de estas enfermedades. De hecho, los registros epidemiológicos muestran que las mujeres nacidas en la década del 50 están menos afectadas por el cáncer de mama que las nacidas en las décadas siguientes. Por supuesto, también está el factor genético, pero que representa un porcentaje menor en la totalidad de casos.
HDC: ¿HAN MEJORADO LOS TRATAMIENTOS?
E.L: Absolutamente. Antes se hacían mastectomías radicales ampliadas en las que se extirpaban no sólo las glándulas y pezones sino también los músculos pectorales y ganglios, en tiempos en los que la radioterapia y la quimioterapia no eran tan eficientes. Hoy en cambio, las cirugías son menos agresivas e invasivas y se complementan muy bien con los otros tratamientos, además con la posibilidad de colocar prótesis. Hoy, el pronóstico es muy favorable cuando la detección es temprana, con un sobrevida absoluta. A muchas pacientes les digo luego de la cura: “vos tuviste cáncer de mama y no pueden decir lo mismo quienes padecen otras patologías, como por ejemplo la diabetes”.
HDC: ¿Y CÓMO SE RECUPERAN EMOCIONAL Y SEXUALMENTE ESTAS MUJERES?
E.L: El diagnóstico de cáncer conmociona e impacta mucho. Por eso además de la contención terapéutica, es muy saludable hablar y romper los tabúes y facilitar la expresión de la incertidumbre y los miedos. Y no hay que tener vergüenza de preguntar y hablar con los médicos y la pareja y poder continuar con actividades muy importantes que suelen pasar a un segundo plano por el shock del diagnóstico. Por supuesto recurrir a la psicoterapia si fuera necesario y la indicación de mantener el ejercicio físico y la sexualidad (incluso lo que sea posible para quienes se someten a quimioterapia). Siempre digo que lo sexual no implica necesariamente lo genital, y que también abarca desde las caricias, mimos y masajes hasta estar presentes con el diálogo y la compañía. Además hay ayudas para mejorar, por ejemplo la sequedad vaginal, y por lo tanto hemos progresado muchísimo, y es bueno decirlo, saberlo y aprovecharlo.
HDC: POR ESO, A USTED LO ESCUCHAMOS POR LA RADIO Y LO VEMOS POR TELEVISIÓN DESDE HACE UN MONTÓN DE AÑOS…
E.L: Así es, para difundir, contar y esclarecer, porque me gusta y además porque creo que es muy importante. En radio, comencé en LW1 Radio Universidad con El Discreto Encanto de los Galenos a finales de los 80, y en televisión en un programa con Graciela Del Río y que se llamaba Mujer, Mujer. Además hice durante 10 años el programa Salud para Todos por Canal 10 y que fue distinguido con varios premios como el Martín Fierro. Pero también he participado en varios espacios como Telemanías y de hecho en el presente estoy en el programa del Lagarto Guizzardi todos los lunes y también estoy participando en el programa Entre Ustedes y Nosotros por los Canales C y 10.
HDC: SIGMUND FREUD DECÍA QUE LA SALUD MENTAL ERA LA CAPACIDAD DE AMAR Y TRABAJAR…¿SE SIENTE FELIZ A LOS 76 AÑOS?
E.L: Soy muy feliz, porque además nos acompañamos con María Elena. Por lo tanto puedo asegurarte que Freud no estaba equivocado. Afortunadamente es lo que siento y es lo que me pasa. Soy un hombre que ama y trabaja.