Como consecuencia del cierre dispuesto por el gobierno nacional del complejo de hoteles estatales de la Unidad Turística Embalse, el intendente de la mencionada localidad, Mario Rivarola, impulsa un proyecto de concesión a inversores españoles, para abrir el juego a la oferta turística privada. Marcó que la idea sostendría al menos dos hoteles que seguirían destinados al turismo social con tarifas subsidiadas.
El jefe municipal apuntó que el complejo “lleva muchos años de cierto abandono” y que cinco de los siete hoteles “están destruidos”. Rivarola espera una reunión con Turismo de la Nación para aportar al debate y a un proyecto de continuidad, pero con innovaciones y nuevos inversores privados.
También hace lugar a la idea de destinar una parte a proyectos educativos o a un polo tecnológico. Lo concreto es que en Embalse, nadie cuenta con información oficial acerca del futuro de los hoteles. Por ahora, son todas especulaciones.
Sobre el particular, el ministro de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, aseguró días atrás que el cierre de los dos complejos estatales (Embalse y Chapadmalal) será temporal, hasta readecuar las unidades y relanzar un proyecto más sustentable. En el contexto actual preocupa que el modelo de reducir gastos del Estado pueda impactar en las unidades.
Los últimos huéspedes, en febrero pasado, tuvieron pensión completa y alojamiento por 3.000 pesos diarios, una cifra al menos diez veces inferior a las tarifas de mercado, reveló ayer el diario La Voz del Interior.
Días atrás, en el centro de Embalse, un grupo de personas marchó, convocados por ATE, uno de los gremios que nuclea a los empleados del Estado nacional. Además, están los contratados de forma temporal por los concesionarios, enmarcados en el sindicato de gastronómicos y hoteleros.
“Más de 150 compañeros corren riesgo de forma directa o indirecta”, señaló David Salto, secretario General de ATE Seccional Río Tercero. “No tener la posibilidad de ingresar a sus sectores de trabajo genera una incertidumbre, y no sabemos qué va a pasar a fines de marzo con los contratos temporales que se renuevan año a año”, agregó.
El gremialista dijo que solicitaron audiencias para conocer el plan de gobierno, pero que todavía no fueron atendidos. “Hay 100 trabajadores contratados por el Estado nacional que pertenecen a la Unidad Turística Embalse, la mayoría contratados por tiempo determinado porque son contratos anuales que se vencen a fines de marzo. Y un grupo muy chiquito que quedó en planta permanente y otro grupo pequeño que concursó y ganó sus puestos y se cumple en junio el año para que queden efectivos”, detalló. En todos, reina la incertidumbre.
Salto comentó que el ministro Scioli anticipó que los hoteles estarán cerrados hasta octubre. Si así ocurriera, subrayó que desconocen si hasta ese momento podrán “realizar alguna tarea particular y si van a percibir salario o si van a ser cesanteados hasta nuevo aviso”. Contó que algunos empleados sólo pudieron ingresar a sectores de galpones de mantenimiento.
Estimó que la masa salarial de trabajadores de la UTE representaba hoy unos 70 millones de pesos, cuya baja impactará en la economía local. Con gente alojada o no, el Estado nacional sostiene un plantel cercano al centenar de personas, de forma permanente, sin contar el personal de los concesionarios de hoteles y el derrame hacia otros rubros de servicios en la localidad y zona.
Mientras, un empleado de planta permanente con una antigüedad de veinte años, dijo que continúan ingresando a su lugar de trabajo para realizar tareas de mantenimiento y preservación de las unidades. Le quitó dramatismo a la situación: dijo que se repite cada vez que asume un nuevo gobierno a nivel nacional. De todas maneras, marcó que, aún no se nombraron a los funcionarios que estarán a cargo de distintas áreas del ministerio de Turismo de la Nación.