Por Christian Sanz
El Covid-19 sigue ahí, latente, a pesar de que se hayan relajado algunos usos y costumbres. Y ello genera las pertinentes preguntas: ¿continúa siendo tan mortal como en un principio? ¿Ya se puede considerar una simple «gripe»? ¿Hay que seguir vacunándose? ¿Y los efectos secundarios?.
Las interrogantes son demasiados, por ello NA decidió consultar a uno de los mayores expertos en la materia, Aldo Sergio Saracco, presidente de la Asociación Toxicológica Argentina y, a la sazón, miembro de la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental.
«En realidad, el Covid nunca fue una gripe, la enfermedad del coronavirus es causados por un virus ARN, que es distinto al de la gripe. No obstante, se puede considerar que ya es un germen o un agente infeccioso más que se suma a los que están presentes en nuestra vida cotidiana», dijo el especialista.
Respecto de los efectos adversos, Saracco reconoció que existen, pero «son casos muy excepcionales, es más probable sufrir trombosis en un vuelo transcontinental. Solo se dio en algunas vacunas. Sobre todo la de AstraZeneca. Luego aparecieron cuadros de miocarditis con la Pfizer, pero eran reversibles».
Y añadió: «Cuando uno lo ve estadísticamente, la cantidad de vidas que ha salvado la vacunación, la ecuación costo-beneficio es superada ampliamente. Por eso, las vacunas pasaron todas las revisiones».
El experto dio las precisiones del caso: «Dentro de este beneficio que aportan las vacunas, la protección que ofrecen las dos dosis, sumado al refuerzo, redujo 90% las hospitalizaciones y fallecimientos por Covid. Esta situación permite que el riesgo de irse exponiendo al virus hace que uno pueda generar una mayor defensa, que es lo que hemos observado».
Acto seguido, el galeno habló del concepto de «inmunidad híbrida», que sorprende a los especialistas: «Básicamente ocurre con aquel que está vacunado y a su vez tuvo una infección, ello prolonga mucho más la protección al virus. Ello nos permite ver lo que hoy estamos transitando».
A esta altura, Saracco aprovechó para aclarar un punto: «Postularon cuando empezó todo esto que había que exponerse al virus para generar anticuerpos, pero esta afirmación rápidamente cayó, porque este virus más allá de que genera un gran anticuerpo provocó gran cantidad de fallecimientos», dijo.
«Ello es lo que llevó a no tener ninguna herramienta y apelar a los elementos con los que contamos hoy en día, como el distanciamiento social y otros, incluso el uso de tapaboca», agregó.
Esta situación, según el experto, «dio marcha al proceso de elaboración de vacunas, donde se usaron plataformas históricas, virus atenuados y otras plataformas que ya estaban aprobadas como las vectoriales».
«Por ejemplo, Gamaleya (en Rusia) se usó en 2012 para otro coronavirus, ahí se hicieron los estudios de fase 1, 2 y 3, y se demostró que mantenía una buena plataforma vectorial», completó.