La CGT Córdoba expresó ayer su repudio al intento del gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, por cerrar y desarmar el Polo Petroquímico ligado a Fabricaciones Militares en la ciudad de Río Tercero. «Esta medida injusta y arbitraria deja en la calle a más de 180 familias. Pero, además, es parte consecuente del plan que promete darle motosierra al Estado y esconde sus consecuencias de aniquilar el desarrollo nacional», alertó la central obrera a través de un comunicado que lleva las firmas de sus secretarios generales, Ilda Bustos, Andrés Colazo y Federico Cortelletti.
En tal sentido, la CGT cordobesa consideró que «sin industrias propias, sin desarrollo tecnológico y sin la mano de obra calificada para estas tareas estratégicas no se puede crecer como Patria». Y recordó que «esta noticia se conoce en el contexto de la reforma laboral regresiva, habilitada por la Ley Bases. Y tiene repercusión también en el sector privado, como es la Multinacional DOW, que ya comunicó el despedido de 120 trabajadores en su planta de Rosario, que afectan a más de 600 puestos de trabajo indirectos».
«Para que las familias puedan estar tranquilas con su fuente laboral garantizadas», la CGT Córdoba exigió que «se deje sin efecto el cierre de la planta de hidrocarburos».
Como se sabe, el lunes pasado se llevó a cabo en Río Tercero una masiva movilización en rechazo a las mencionadas cesantías. La industria es una de las más grandes de esa localidad, ubicada en el departamento Tercero Arriba.
Hace pocos días anunció el cese de su principal unidad de producción, la planta de elaboración de TDI (diisocianato de tolueno). Petroquímica Río Tercero era la única industria del país y de América latina que producía TDI, insumo utilizado en la industria colchonera y automotriz, entre otras.
La empresa había señalado en las últimas semanas que la parada se debía a un exceso de stock ante la baja en las ventas. Poco después confirmó su cierre de la planta de TDI. A partir de ahí, los empleados están en alerta y movilización, en medio de un conflicto laboral que se dirime en el Ministerio de Trabajo.
La marcha estuvo impulsada por el Sindicato de los Empleados Químicos. Se adhirieron, además, varios obreros nucleados en la mesa sectorial (aceiteros, sanidad, gastronómicos, Uocra, camioneros, gráficos y docentes, entre otros).