En vísperas de la Navidad, el papa León XIV volvió a alzar la voz para reclamar un gesto humanitario global: 24 horas de paz en todo el mundo.
El pedido fue realizado durante un encuentro con periodistas en Castel Gandolfo, donde el Pontífice expresó su “profunda tristeza” por la negativa de Rusia a aceptar una tregua navideña en el marco de la guerra en Ucrania.
“Aprovecho una vez más esta fiesta del nacimiento del Salvador para hacer un llamado a todas las personas de buena voluntad: ojalá se respete, al menos, un día de paz”, sostuvo León XIV a la salida de Villa Barberini, en declaraciones difundidas por Vatican News.
El Papa reiteró su deseo de que ese gesto simbólico pueda aliviar, aunque sea momentáneamente, el sufrimiento de las poblaciones afectadas por los conflictos armados.
Como es habitual, el Obispo de Roma pasó la jornada entre actividades pastorales y descanso en el municipio lacial, donde fue recibido con saludos, villancicos y música de la banda local. El párroco de la Parroquia Pontificia de Santo Tomás de Villanueva, don Tadeusz Rozmus, le transmitió los deseos de la comunidad y le obsequió productos típicos de la región.
Durante el diálogo con la prensa, León XIV se refirió especialmente a la situación en Ucrania, tras los recientes ataques rusos sobre distintas regiones del país. “Es muy doloroso constatar que se haya rechazado una tregua en Navidad”, señaló, antes de insistir en su pedido de un cese de hostilidades, aunque sea por 24 horas.
El Papa también se detuvo en el conflicto de Medio Oriente. En ese contexto, destacó la reciente visita del cardenal Pierbattista Pizzaballa a Gaza y relató que se mantiene en contacto con el párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, el padre Gabriel Romanelli. “Están intentando celebrar la Navidad en una situación extremadamente precaria. Esperamos que el proceso de paz pueda avanzar”, expresó.
En otro tramo de sus declaraciones, León XIV abordó un tema de fuerte impacto en su país natal. Manifestó su decepción por la aprobación en Illinois de una ley que habilita el suicidio asistido para adultos con enfermedades terminales. El Pontífice recordó que había dialogado sobre el tema con el gobernador JB Pritzker durante una audiencia en el Vaticano y lamentó la decisión final.
“Fuimos muy claros sobre la necesidad de respetar la sacralidad de la vida, desde el inicio hasta el final. Por eso estoy profundamente decepcionado”, afirmó.
Con sus palabras, León XIV volvió a situar a la Navidad como un tiempo de reflexión, paz y defensa de la vida, en medio de un escenario internacional marcado por la violencia, la guerra y decisiones que, a su juicio, interpelan los valores fundamentales de la humanidad.
Eutanasia, Muerte Digna y Suicidio Asistido: el derecho a decidir el final del camino