Mediante un comunicado, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) denunció el incumplimiento de los compromisos del Estado en el financiamiento del sector científico y de investigación.
El documento titulado “Frenemos la destrucción del sistema científico y tecnológico” cosechó más de 6.000 firmas, entre las que aparecen nombres de peso como las historiadoras Hilda Sabato y Noemí Goldman, el doctor en bioquímica Jorge Geffner, el biólogo molecular Alberto Kornblihtt o el sociólogo Gabriel Kessler, entre muchos otros.
“Asistimos a un proceso de ajuste y destrucción de nuestras capacidades científicas y tecnológicas que no tiene precedentes desde la recuperación de la vida democrática en nuestro país. La paralización de la inversión en proyectos de investigación, la pauperización de los salarios del sector y, en muchos casos, la precariedad laboral del personal han iniciado un proceso de éxodo masivo de investigadores jóvenes y pérdida de personal de apoyo y administrativo. Esto ya está ocasionando la desarticulación de grupos de investigación que ha costado años integrar”, sostiene el documento, que además advierte que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, que financia la mayor parte de los proyectos, “se encuentra paralizada e incumpliendo compromisos asumidos y firmados con centenares de grupos de investigación y proyectos en marcha”.
Vale acotar que muchos de esos fondos ni siquiera dependen del presupuesto nacional, ya que ese organismo obtuvo un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para otorgar subsidios a proyectos ya evaluados y aprobados en años anteriores, pero la nueva gestión canceló todos los proyectos de cooperación internacional.