Familiares y amigos de Jonathan Romo, el hombre de 35 años que murió tras ser detenido por efectivos policiales de La Falda, convocaron a una «marcha pacífica» que partirá hoy a las 18 desde la esquina de Avenida Edén y San Lorenzo de esta localidad de Punilla.
Bajo la consigna «Todos por Joni», el afiche invita a asistir con vestimenta negra y velas blancas.
Por la muerte de Jonathan Romo, el fiscal Raúl Ramírez de Cosquín, que tiene a su cargo la investigación, dispuso la detención de seis uniformados: cuatro de ellos fueron imputados por “homicidio calificado por abuso de sus funciones”; y los dos restantes, un suboficial y un subcomisario, fueron imputados por el presunto delito de “encubrimiento agravado”.
Luis Galli, abogado de la familia de Jonathan Romo, adelantó a La Nueva Mañana que hará una presentación judicial el lunes para que se investigue un episodio de diciembre que involucra a la víctima. En aquella ocasión, Romo fue detenido y golpeado en medio de un brote psicótico por algunos de los policías que ahora están presos y acusados de causar su muerte.
Galli apuntó contra el comisario Diego Bracamonte, quien días atrás “abrazó compungidamente” a la familia de la víctima tras comunicarles que Jonathan había fallecido.
En tanto, ayer el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) encabezó una protesta frente a la Central de Policía de Córdoba también exigiendo justicia por Romo.
Raul Gómez, referente del espacio, dijo sobre el episodio: «El caso de Jonathan no es un episodio aislado. Se trata de una práctica estructural de la policía de Córdoba que está totalmente legitimada por sus jefes políticos que son (Alfonso) Mosquera y (Juan) Schiaretti, no pueden lavarse las manos porque ellos son responsables de este y de todos los asesinatos cometidos por las fuerzas de seguridad en nuestra provincia”.
Y agregó: “Por eso, que separen a un par de policías o incluso que los juzguen no cambia nada. Lo que hace falta son cambios estructurales empezando por la renuncia urgente de Mosquera y continuando por la disolución de esta fuerza represiva y violenta para armar un fuerza que realmente cuide a la población, que debe ser democrática, con comisarios elegidos por voto directo y con estricto control social «.