Hace más de cien años, Sigmund Freud, el Padre del Psicoanálisis, se preguntó: ¿Qué tiene un hombre en su mente? Emulándolo, hoy nos preguntamos lo mismo sobre aquellas personas que de modos diferentes y creativos embaucan, engañan y defraudan a un montón de gente desprevenida y de buena fe, quienes pican el anzuelo sin darse cuenta, y muchas veces hasta bastante tiempo después del robo del que fueron víctimas.
Sabido es que ni bien nacemos, nuestros padres y quienes nos rodean, nos empiezan a cuidar y a mimar, pero también a decirnos los primeros “sí” y “no”, y que se vuelven cotidianos a medida que crecemos. O sea, desde el lenguaje, las miradas y las distintas conductas, nos marcan los límites de lo que podemos y no podemos hacer. Basta recordar en plena etapa oral, cuando nos llevamos todo a la boca, y nos retan y nos dicen: “¡eso no!”. En resumen, la estructuración del psiquismo se forma con una parte instintiva llamada ELLO, otra que será el YO responsable de lidiar con estos impulsos, y una tercera llamada SUPER-YO que contendrá los frenos, la censura y la culpa que aparecerán cada vez que pretendamos hacer algo prohibido o que viola las leyes, costumbres y reglas de convivencia.
Sin embargo, en un montón de gente, el Super-Yo brilla por su ausencia o es demasiado escuálido, y entonces “hacer trampas” a otros no sólo es más fácil sino también una extraordinaria tentación. De hecho, los PSICÓPATAS no sienten remordimientos y suelen volverse adictos a “trepar, embromar y aprovecharse de sus víctimas” con una llamativa intuición y velocidad mental, y con formas convincentes comparables con esas serpientes que hipnotizan y paralizan a sus presas.
La Licenciada Silvia Vivas es especialista en Psicología Jurídica, Magister en Salud Mental y titular de la cátedra de Psicología Criminológica en la U.N.C. En su extensa carrera además, cuenta con varios años de trabajo en cárceles provinciales.
HDC: ¿CÓMO ES LA PERSONALIDAD DE UN ESTAFADOR?
SV: Son personas cuyos comportamientos delictivos suelen ser organizados e intencionales con el claro propósito de dañar a las víctimas. El estafador habitualmente no recurre a la violencia como otros ladrones y apropiadores, y sus herramientas son el engaño, la persuasión y la manipulación. Además, muchos se van actualizando con el progreso tecnológico, y esto se puede apreciar en el notable aumento de las estafas virtuales, telefónicas, en las redes y en los cajeros automáticos. Por ejemplo el phishing que es el robo de identidades, datos personales y claves a través de la confección de páginas falsas y otras modalidades. De hecho, los bancos tuvieron que tomar un montón de medidas preventivas para alertar a sus clientes.
En general los estafadores son muy intuitivos para detectar las oportunidades, y actúan con naturalidad, seguridad y convencidos de sus mentiras. Pero además sienten placer y superioridad a la hora de engañar y convencer a “personas habitualmente inseguras”.
HDC: ¿Y NO SIENTEN CULPA POR MENTIR Y ENGAÑAR A LA GENTE QUE LES CREE?
SV: Definitivamente no sienten culpa. Y además tienen un lenguaje y un vocabulario que encaja muy bien en las debilidades de sus víctimas. Es como si estuvieran convencidos de lo dicen en el momento “de hacer pisar el palito”. Y disfrutan hacerlo, porque generalmente tienen una personalidad narcisista, se ven a sí mismos como importantes y superiores a los demás, saben cómo llamar la atención, no tienen ninguna empatía con el resto, y les gusta ser admirados. Pero atención: no hay improvisación en la estafa. Elaboran un plan y una estrategia para vulnerar a una o varias víctimas al mismo tiempo.
HDC: O SEA QUE SON “MUY BUENOS” HACIENDO TRAMPA
SV: La mayoría de los estafadores son especialistas en manipular a los demás. Y como si fuera poco, saben observar las fragilidades de los estafados, y se vuelven “simpáticos y encantadores” para caerles bien, y estos a su vez suelen sentirse muy cómodos con ellos, cautivados por la simpatía y los eventuales halagos, y sin darse cuenta que es una completa apariencia para embaucarlos. Es notable la habilidad que tienen para convencer, y convencerse de sus propias mentiras, incluso racionalizando e intelectualizando para despertar admiración. Son omnipotentes y saben confundir a los otros, o compadecerse para mostrarse cercanos y confiables, incluso cuando mienten usando historias reales. En resumen, no actúan al azar, saben planificar y son de alto riesgo.
“SI TOTAL YO NO MATÉ A NADIE”
El Dr. Franco Pilnik está a cargo de la Fiscalía del Cibercrimen que fue creada en Córdoba a finales del año 2018, y a partir del notable incremento de los fraudes informáticos y digitales, que se expandieron de modos ingeniosos con el robo de información clave de tarjetas de créditos y débitos, la falsificación de documentos y firmas electrónicas, las ventas virtuales truchas, y otras tantísimas maniobras con las que incluso, estos estafadores han engañado a gente cuidadosa e inteligente, quienes sin embargo “pisaron el palito” y cuando se dieron cuenta, ya era tarde.
HDC: ¿QUÉ LE LLAMA LA ATENCIÓN DE LOS ESTAFADORES CIBERNÉTICOS?
FP: El modo en que se sacan la culpa de encima y la impresionante negación que tienen. Aunque parezca increíble, casi siempre están convencidos que no son estafadores, simplemente que son más vivos que los demás y que aprovechan una oportunidad. Esta conducta se puede apreciar claramente en la gran cantidad de casos del Cuento del Tío a través de medios electrónicos, y que ocurren cuando enganchan telefónicamente a sus víctimas para sacarles información sensible. Este es un fraude masivo, de persona a persona, y los estafadores especializados en esta modalidad simplemente se creen más pillos y pícaros. Son muy buenos mintiendo y persuadiendo. Y también están los estafadores que arman páginas falsas, que piensa que el problema es de quienes no se dan cuenta de la trampa. Pero además creen que nunca los van a agarrar, porque tienen una engañosa idea de anonimato, ya que suelen actuar bien escondidos o desde lugares muy alejados.
HDC: ¿PERO SABEN PERFECTAMENTE LO QUE HACEN?
FP: Sí claro, pero como mienten tanto, tal vez algunos se crean sus propias mentiras, y que son invencibles e indetectables. Lo muy impresionante, es que todos te dicen: “si total yo no maté a nadie”, como si robar sin violencia no fuera un delito también. Estos estafadores actúan mintiendo y robando mucho dinero y viendo numeritos que se mueven de una cuenta a otra del homebanking. Y como no hay ni armas ni golpeados ni heridos, entonces le quitan dramatismo a sus robos, “total el banco les devolverá el dinero, y listo ¡no pasa nada!”. Por lo tanto están tranquilos, no sienten culpa y ¡todo bien!. Y atención, que algunos de estos delincuentes roban mucho dinero, varios millones de pesos por día. O sea, le bajan totalmente el precio a sus fechorías, sin ninguna empatía por los damnificados. Además estos robos son transferencias que psicológicamente hasta duelen menos que cuando tenemos que pagar con dinero en efectivo.
HDC: ¿Y CÓMO SE FORMAN ESTOS ESTAFADORES?
FP: Son grandes mentirosos, y que le agarran el gusto a la plata fácil. Generalmente aprenden de otros a través de internet, en la calle y en la cárcel. Fijate nomás los call center tumberos y las estafas virtuales desde las prisiones, desde donde llaman loreando (según la jerga carcelaria). Y hay algunos estafadores que son muy buenos, y llegaron a engañar hasta a abogados penalistas que están todos los días en contacto con delincuentes. Además y de lo visto hasta ahora, yo no creo que la mayoría tengan vuelta atrás en estas conductas, o sientan algún arrepentimiento. Creen que es un don que tienen y eligen aprovecharlo y perfeccionarse.
“MUCHAS VÍCTIMAS PREFIEREN OLVIDAR TODO, ANTE TANTO PERJUICIO Y DOLOR”
El juez Juan José Rojas Moresi integra y preside la Cámara Décima del Crimen desde hace 26 años (y 50 en el Poder Judicial provincial), y es uno de los magistrados que tal vez, mayor cantidad de estafadores haya juzgado y condenado en Córdoba. Ha participado en casi todos los procesos de la Megacausa por fraudes y estafas del Registro de la Propiedad como así también de una gran cantidad de procesos sobre estafas inmobiliarias, de “guante blanco”, virtuales y robo de automotores entre otros rubros delictivos.
HDC: ¿Qué imagen tiene de los estafadores después de haber juzgado a tantos?
JJRM: Durante todos estos años, he visto a muchos empresarios y gente de casi toda clase, acusados por fraudes desde pequeños hasta millonarios como sucedió con las causas del Registro de la Propiedad, y que culminaron con alrededor de doscientos condenados. Por lo tanto, te puedo asegurar que suelen ser muy habilidosos para mentir y engañar y te envuelven y te hacen creer lo que no es. Pero además están autoconvencidos de lo que dicen, y generalmente se creen superiores a todos, y que los demás son unos estúpidos y que nadie los puede descubrir. Y admito que muchas de estas maniobras destinadas a robarles a otros son muy complejas y fueron muy bien pensadas y armadas, y por eso poder esclarecerlas puede ser mucho más difícil que resolver un homicidio por ejemplo.
HDC: ¿EN QUE CASOS USTEDES HAN VISTO ESTAS ESTAFAS SOFISTICADAS Y MILLONARIAS?
JJRM: En la mayoría, pero para recordar uno muy conocido, te puedo mencionar la Causa Ribeiro (actualmente en el Superior Tribunal por casación), un arquitecto que junto a otros integrantes de su propia familia, “vendían” departamentos en pozo que cobraron y que nunca entregaron, y por lo que provocaron un perjuicio inmenso, estimado en USD11.000.000 a muchos damnificados. A mí por ejemplo me sorprendió que este señor nunca haya sido investigado por Arca (ex Afip), y a pesar de un movimiento de dinero muy grande que hacían, y sin una sola declaración jurada y con un total desinterés de este ente recaudador sobre estas estafas, con triangulaciones de importantes montos de dinero entre cuentas radicadas en lugares como Curazao, Países Bajos, Uruguay, Estados Unidos y Rusia. Tengamos en cuenta que muchas víctimas de las estafas inmobiliarias, viven en otras provincias o son cordobeses radicados en otros países y que buscan invertir en un departamento en nuestra ciudad para un eventual regreso. Por eso, jamás olvidaré la desazón de estos damnificados que en muchos casos perdieron todos sus ahorros y ni siquiera pudieron seguir declarando por el dolor que sentían. Era conmovedor escuchar sus relatos, y las secuelas físicas y emocionales que sufrían, incluso de gente con tratamientos psicológicos. Además en algunos juicios, fue posible recuperar parte del dinero, pero en otros como en la causa Ribeiro ni siquiera un solo centavo. Y por eso muchas víctimas prefieren olvidar todo, ante tanto perjuicio y dolor.