El destacado reportero gráfico cordobés, Osvaldo Ruiz, falleció hoy a los 70 años dejando un legado imborrable. No se trató de un fotógrafo más. Era, por sobre todas las cosas, un luchador incansable. Una persona de convicciones inquebrantables, con un enorme compromiso social. Por demás sensible con sus pares, y con la clase trabajadora en su conjunto.
Tuve el privilegio de conocerlo hace más de 20 años en nuestra segunda casa, el diario Hoy Día Córdoba, donde se encargó de realizar innumerables coberturas periodísticas. Al dar comienzo a una larga serie de entrevistas que encaramos en forma conjunta fui descubriendo a quien estaba detrás de esa mirada atenta y sagaz. Y de esos enormes anteojos, una de sus marcas registradas.
De carácter fuerte, Osvaldo siempre te decía las cosas de frente. Sin filtros ni medias tintas. Tal vez por eso, una vez superado el primer cimbronazo que provocaba escuchar alguna de sus filosas definiciones sobre la realidad, uno descubría a un ser humano entrañable. Cuando nos encontrábamos, antes y después de cada cobertura, solía tener la sana costumbre de trazarme un pantallazo acerca del entrevistado. En más de una ocasión por supuesto, en tono crítico, sobre todo cuando se trataba de algún que otro político en campaña. Es que Osvaldo no tenía concesiones.
Tal vez por eso se lo apreciaba tanto como compañero de trabajo. Y de la vida. Aunque jamás me atreví a decírselo, estoy convencido de que las personas sensibles no necesitan escuchar una frase empalagosa o grandilocuente. El afecto se demostraba en la calle. A diario. Con sutilezas. Al calor de los hechos. Y, por sobre todas las cosas, reconociendo su labor, su trayectoria, y la entrega por sus prójimos.
Otro de los grandes recuerdos que voy a atesorar por siempre son sus anécdotas. ¡Cómo le gustaba repasar historias a viva voz! Personales y de la coyuntura de nuestra provincia. Como prueba de ello, es válido rememorar que con tan solo 17 años, Osvaldo fue testigo privilegiado del Cordobazo, la gesta popular de mayo de 1969. Él mismo me llegó a reconocer que aquel acontecimiento histórico que cubrió para el diario Los Principios, marcó a fuego su personalidad.
Osvaldo, además, se hacía tiempo para escucharte. Para preguntarte por tus cosas, por tu familia. Por los tuyos. Tal vez por eso es que en alguna cobertura se vio forzado a prestarme un oído y hacer de psicólogo improvisado. ¡Qué paciencia hombre! Tu sabiduría me acompañó en múltiples oportunidades. Aunque nunca te lo comenté personalmente. Gracias por eso también.
En definitiva, Osvaldo Ruiz fue a todas luces un ser imprescindible. Como lo fueron Roberto Propato y Ernesto Ponsati, ex directores de Hoy Día Córdoba. Protagonistas de un periodismo exquisito. Inolvidable.
El legado de Osvaldo continúa en muy buenas manos: Irma Montiel, su compañera de ruta, y Gabriela Lescano, lo vienen honrando desde hace años.
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