Puericultoras y un grupo de familias se concentraron hoy frente al Congreso de la Nación para visibilizar y reclamar la sanción de una ley que regule su profesión y el derecho a que las mujeres puedan acceder a su acompañamiento en el proceso de gestación, el puerperio y los primeros años de crianza.
Con pañuelos y pines de color lila, bajo el lema: «Si la lactancia es un derecho, las puericultoras debemos tener ley», las autoconvocadas montaron un escenario frente, organizaron una radio abierta para visibilizar de qué se trata la profesión e insistieron en remarcar que «la lactancia es una responsabilidad social».
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, manifestaron: «Queremos que se regule nuestra profesión y que en cada hospital haya una puericultora. En este momento estamos en algunos hospitales públicos, pero de manera voluntaria, entonces eso nos precariza».
«Hay muchos sanatorios de primera línea en los que sí hay puericultoras, entonces si tenés acceso económico diferenciado podes acceder al acompañamiento de una puericultora», expresó Verónica Crosato, puericultora e integrante de la comisión de la campaña nacional #LeyDePuericultorasYa, bajo un gazebo decorado con guirnaldas de mamas, que las profesionales habilitaron como espacio de consultas sobre lactancia.
«Lo que estamos pidiendo es que se comience a tratar en comisiones el proyecto de ley que fue presentado por segunda vez por la diputada del Frente de Todos, Vanesa Siley, ya que hace muchos años que estamos insertas dentro del sistema de salud pero no está regulada nuestra actividad laboral», indicó a Télam Valeria Wasinger, puericultora y presidenta de la Unión de Puericultoras Argentinas (UPA).
Además, aludió a que «la persona que amamanta decide o no hacerlo pero la lactancia es un derecho que tiene que estar garantizado y tiene que haber un acompañamiento también idóneo para que esas lactancias puedan ser posibles».
«La Ley propone incorporarnos como profesionales de la Puericultura a fin de brindar las prestaciones médicas obligatorias que en materia de lactancia humana ofrece la Ley 25.929, atento el carácter específico de su formación, al tiempo que propone un régimen regulatorio para el Ejercicio Profesional de la actividad», inició la lectura del documento.
Además, se remarcó que «la evidencia científica ya da cuenta sobre los beneficios de la lactancia en niñas y niños, así como también en las personas que amamantan. Sin embargo, la lactancia no es una práctica meramente biológica, sino que también está determinada por factores socioculturales, ambientales, de género y clase. Desde hace varios años, y hoy con mayor ímpetu, militamos para que todas las familias tengan el mismo derecho de acceso a una puericultora».
Sentada amamantando a uno de sus dos hijos, estaba la fotógrafa Majo García Aramburu, quién fue asistida por una puericultora en ambas gestaciones y posparto. «En la primera lactancia fue indispensable, porque tenía muy poca información y fue clave porque pude revertir los obstáculos y tener una lactancia de tres años. Y con mi segundo hijo necesité asistencia porque en los primeros días no me bajaba la leche, así que necesitaba de otra mujer que venga a casa, que me contenga primero y después que me ayude en lo concreto con sus conocimientos», detalló.
De esta manera, contó que conoció el rol de las puericultoras durante su embarazo cuando ingreso a grupos de Facebook donde «muchas mujeres contaban su experiencia» ya que «ni su obstetra, ni su pediatra jamás me dijo que tenga en cuenta esto» y que «no se visibiliza ni siquiera en películas».
Ahora habiéndose recibido de puericultura reivindica en primera persona el rol «imprescindible» que tuvieron ambas profesionales que le brindaron asistencia, ya que sin ellas «no hubiese seguido amamantando».
Las puericultoras trabajan en el acompañamiento a las mujeres, personas que amamantan y sus familias, para facilitar información, herramientas y sostén desde la gestación, durante el puerperio y en los primeros años de la crianza de los niños y las niñas.