Los familiares y amigos de Valentín Blas Correas (17), asesinado a balazos por la policía durante un operativo de control vehicular, renovaron el reclamo de pedido de justicia al cumplirse hoy dos años del hecho con una campaña de visibilización de la causa, que tendrá a 13 efectivos juzgados por un jurado popular desde el próximo 7 de setiembre.
Soledad Laciar y Fernando Blas Correas, padres el adolescente, y su hermano Juan, de 21 años, encabezaron la campaña de “pedido de justicia y condena a los culpables”, con la modalidad de entrega de 2.000 bolsas de compras con la imagen del adolescente y la inscripción “justicia por Blas” en las puertas de ingreso a supermercados.
“Estamos pidiendo justicia por Blas y también por otras víctimas de violencia institucional que involucran a la policía”, manifestó a los medios la mamá de la víctima.
En el marco de esa campaña, Laciar tuvo un casual encuentro con el ministro de Seguridad de la provincia, Alfonso Mosquera, con quien tuvo un cruce de palabras y le reprochó por no haber colaborado con la Justicia para que también se juzguen a los “responsables políticos” del crimen.
La mujer dijo que también se está pidiendo a la gente que los acompañe en el proceso de enjuiciamiento a los 13 efectivos policiales imputados, con distintas responsabilidades, en el hecho criminal.
Además, se realiza hoy un torneo de fútbol en el complejo deportivo Campa, organizado por los amigos de Blas que siempre compartían partidos de ese deporte en el predio.
La Cámara 8ª del Crimen de la ciudad, con jurados populares, tendrá a cargo el juicio que comenzará el miércoles 7 de septiembre, en donde 13 efectivos policiales deberán responder por distintos delitos como «homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función por un miembro de las fuerzas policiales y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego”.
También “encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la calidad funcional y por la gravedad del hecho; omisión de deberes de funcionario público y falso testimonio».
Los imputados fueron identificados como Javier Catriel Alarcón, Lucas Damián Gómez, Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Cabo Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
El homicidio de Correas ocurrió en la madrugada del 6 de agosto del 2020 cuando, junto a cuatro amigos y compañeros de colegio, circulaban en un auto luego de reunirse en un bar.
Según la investigación, los chicos evadieron un control policial en la zona sur de la ciudad. Los policías dispararon varios tiros, de los cuales cuatro impactaron contra el automóvil, uno de ellos ingresó por la luneta y se incrustó en el omóplato de Blas, quien iba en la parte de atrás del vehículo y murió a causa de la herida, en tanto otro proyectil causó heridas a otro de los ocupantes del auto.
Posteriormente, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías «plantaron» un arma en las cercanías donde luego fue interceptado el automóvil con los chicos.
En tanto, tres empleados del sanatorio Aconcagua (Sergio Casalino Guadalupe Moya y Paola Andrea Mezzacapo) fueron imputados en otra causa paralela por «abandono de persona» y «omisión de auxilio» por haberse negado a atender a la víctima cuando sus amigos lo trasladaron hasta ese centro de salud privado.