Mientras el hemisferio norte enfrenta una ola de calor récord y el hemisferio sur experimenta un invierno cálido sin precedentes, se registró un desprendimiento de hielo marino en la Antártida, equivalente al tamaño de Argentina, desconcertando a los especialistas.
Cabe remarcar que el hielo marino antártico no ha vuelto a los niveles esperados este año, alcanzando su punto más bajo en 45 años desde que se iniciaron los registros.
En julio, el hielo marino antártico estaba 2.6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio de 1981 a 2010, casi el área de Argentina o la combinación de varios estados de EE. UU.
En este marco, la glacióloga Florence Colleoni del Instituto de Oceanografía y Geofísica Experimental de Trieste advirtió que, aunque no es tiempo de alarmarse, es necesario vigilar la situación.
Ella destaca el papel del calentamiento global y la contaminación, que amplifican ciertos fenómenos, y la importancia de buscar energías alternativas y optimizar el uso de la energía para evitar un empeoramiento.
A diferencia del Ártico, donde hay una clara tendencia de pérdida de hielo, en la Antártida es difícil afirmar que ocurre lo mismo, aunque observan algo extraordinario, aseguró Colleoni.
La Antártida, un continente cubierto de hielo, se calienta más rápido que otras regiones y alberga el 90% del hielo mundial. El manto de hielo antártico incluye la Antártida Oriental y Occidental, siendo la última mayormente apoyada en un sustrato rocoso debajo del nivel del mar. La extensión del hielo marino alrededor de la Antártida varía entre invierno y verano.
La Antártida, un continente cubierto de hielo rodeado por el océano, representa el 90% del hielo mundial. El cambio climático afecta al continente blanco, donde el aumento de la temperatura a altas latitudes, conocido como «amplificación polar», es más pronunciado que el aumento de la temperatura global promedio.
La disminución del hielo marino en el Ártico ha sido evidente en las últimas décadas, pero hasta ahora, la Antártida había mostrado una variabilidad interna. Sin embargo, la reciente tendencia al desprendimiento de hielo marino está desconcertando a los científicos, y se están esforzando por comprender las razones detrás de este cambio.