Se obtuvieron 30.000 datos de un estudio del fondo del Lago San Roque

Se analizó el relieve del fondo para identificar su capacidad de almacenamiento

Se obtuvieron 30.000 datos de un estudio del fondo del Lago San Roque

Equipos técnicos de la Provincia y Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad de Córdoba trabajaron en conjunto en una nueva batimetría del embalse San Roque. El objetivo del estudio es obtener datos sobre el relieve del fondo del embalse para luego actualizar la cuantificación de su capacidad de almacenamiento. En el procedimiento se utilizaron instrumentos de precisión, con los cuales se registraron más de 30.000 datos. 

La Administración Provincial de Recursos Hídricos, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, trabajó en conjunto con docentes investigadores, estudiantes de grado y de posgrado de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba para realizar este relevamiento batimétrico del Lago San Roque.

“Estamos haciendo un estudio batimétrico, un relevamiento del relieve del fondo del lago San Roque. El objetivo era evaluar si, a medida que pasa el tiempo, pierde o no capacidad de almacenamiento por el ingreso de sedimentos desde la cuenca”, explicó Marcelo García, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas, Física y Naturales de la UNC e investigador del Conicet.

El académico, miembro del equipo de trabajo, explicó que este tipo de estudios son un requerimiento para la gestión óptima del recurso hídrico porque permite evaluar la capacidad que tienen los embalses y donde se almacenan los sedimentos que provienen de la cuenca de aporte.

A esto, agregó: “Las mediciones se realizan desde una embarcación en movimiento, con instrumental específico aportado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos”.

Una batimetría es un relevamiento en campo que consiste en el levantamiento topográfico del relieve del fondo del embalse para analizar la variación de su capacidad de almacenamiento.

Para realizar este procedimiento, el equipo de trabajo se embarcó durante cuatro o cinco días y navegó en distintas direcciones en el embalse para registrar mediciones de profundidad en más de 30.000 puntos distribuidos en toda la superficie del espejo de agua.

Finalmente, la información se procesó y analizó para realizar un informe técnico que plasmó la variación de la capacidad de almacenamiento y del volumen útil del embalse, que se vió afectada por el ingreso de sedimentos a lo largo del tiempo.

Al respecto, Marcelo García destacó: “Además del desarrollo científico y tecnológico de esta iniciativa, nos parece fundamental los avances que se realizan en la capacitación de recursos humanos. En la embarcación hay estudiantes de grado, de posgrado y jóvenes investigadores que ya se están capacitando y que luego podrán aplicar estos conocimientos en otros cuerpos de agua de la provincia”. 

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