Voceros del Ministerio Público Fiscal indicaron que la causa se inició por la denuncia de una vecina de la capital provincial, quien se contactó por Instagram con el acusado que, haciéndose pasar por un tercero, intercambió material de contenido sexual de manera voluntaria.
Una vez que tuvo esas imágenes de desnudo, comenzó a exigirle que le remita fotos y videos sexuales bajo amenazas de publicar las que ya tenía en su poder. El delito fue calificado como coacción calificada por anonimato, y la causa está en poder de la Fiscalía de Cibercrimen a cargo de Franco Pilinik, que la elevó a juicio.
En tanto, luego de concluir la investigación, el expediente quedó radicado en la Cámara Segunda en lo Criminal y Correccional de Córdoba, donde se realizarán las audiencias pertinentes.