Durante el día jueves, los estudiantes del IPEM 384 tuvieron una visita sorprendente en su escuela. En el patio del establecimiento, se encontraron con un yaguarundí, un pequeño felino nativo de las sierras cordobesas.
La escuela está situada en el paraje El Mirador, a lo largo de la ruta provincial 15. Al parecer, el animal no pudo encontrar la salida y quedó atrapado dentro de la institución.
Los directivos tuvieron que contactar a la Patrulla Rural, quienes se encargaron de rescatarlo. Después de confirmar que se encontraba en buen estado de salud, decidieron liberarlo en su entorno natural.
La maestra Marta Nievas comentó a medios locales: «Estaba muy asustado, cruzó todo el patio mientras estábamos en el recreo y trató de salir, pero se encontró con una reja y no pudo». Agregó que los niños lo vieron y se asustaron, e incluso intentaron atraparlo hasta que les advirtió que no era un gato común.
Por lo general, el avistamiento de un yaguarundí es poco común. A diferencia de otros felinos, son activos durante el día y descansan por la noche, en un horario contrario a la mayoría de los carnívoros.
En Córdoba, esta especie se encuentra catalogada como «vulnerable». La pérdida de su hábitat es la principal amenaza que enfrenta en la actualidad.
Más sobre este animal
Su nombre científico es Puma yagouaroundi, es un felino nativo de las regiones de América, desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Es conocido por tener un aspecto similar a un gato doméstico de gran tamaño.
El yaguarundí tiene un cuerpo alargado y delgado, con patas cortas y una cola larga y flexible. Su pelaje varía en colores, que pueden ir desde un tono grisáceo o rojizo hasta un tono negro, dependiendo de la subespecie y de la región en la que se encuentre. A diferencia de otros felinos, no presenta manchas ni rayas en su pelaje.
Este felino es conocido por ser diurno, lo que significa que es activo durante el día y duerme por la noche. Tiene una amplia distribución geográfica y se adapta a diversos hábitats, como bosques tropicales, selvas, manglares, áreas costeras y zonas de matorral.
Su dieta se compone principalmente de pequeños mamíferos, aves, reptiles, anfibios e insectos. Aunque es un cazador solitario, se le ha observado en grupos familiares en algunas ocasiones.
Cómo se mencionó previamente, el yaguarundí se encuentra clasificado como una especie «preocupación menor» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La conservación de esta especie es importante para mantener el equilibrio de los ecosistemas en los que habita. Los esfuerzos de conservación se centran en la protección de su hábitat y la promoción de prácticas sostenibles que eviten su caza y degradación del medio ambiente.